Autoridades de Nicaragua, El Salvador y Guatemala certificaron establecimientos de producción de lácteos y derivados, incluida la leche, ubicados en México para poder exportar a esas tres naciones.
Las autorizaciones se otorgaron durante el periodo comprendido de diciembre de 2018 a junio de 2019, dos de ellas por Nicaragua, tres por El Salvador y siete por Guatemala.
Los establecimientos se ubican en los estados de Veracruz, Puebla, Jalisco, Guanajuato, Coahuila y Aguascalientes.
Según el gobierno federal, esto tiene un impacto favorable para México ya que, en el último año, se emitieron cerca de 8,500 Certificados Zoosanitarios para Exportación de estas mercancías, por concepto de exportaciones de leche y productos lácteos, por lo que se tiene ingresos anuales al país por arriba de los de 326 millones de dólares con base en información del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Leche y Normalización
En México existen dos tipos de normas: normas oficiales mexicanas (NOM), de observancia obligatoria y normas mexicanas (NMX), ambas son importantes porque promueven la competencia del mercado interno, fomentan el comercio internacional, la innovación, incluyen nuevas tecnologías y crean mayor conciencia y seguridad en las personas consumidoras.
Del 1 de diciembre de 2018 al 18 de junio de 2019, la Secretaría de Economía emitió 6 NOM, 3 proyectos de NOM, 100 NMX y 92 proyectos de NMX, entre las que destacan:
- NOM-181-SCFI/SAGARPA-2018 Yogurt-Denominación, especificaciones fisicoquímicas y microbiológicas, información comercial y métodos de prueba (cancela a la NOM-181-SCFI-2010) (DOF: 31/01/2019).
- NOM-222-SCFI/SAGARPA-2018 Leche en polvo o leche deshidratada-Materia prima-Especificaciones, información comercial y métodos de prueba DOF: 31/01/2019).
- NOM-223-SCFI/SAGARPA-2018 Queso-Denominación, especificaciones, información comercial y métodos de prueba (DOF: 31/01/2019).
Estas NOM estuvieron más de seis años sin lograr un consenso en torno a una regulación que beneficiara a las personas consumidoras.
Mediante estas normas se establecen parámetros mínimos de proteína láctea, porcentaje de grasa butírica, así como otros parámetros de procesamiento, al mismo tiempo que permite ordenar el mercado interno que le dan certeza de calidad al consumidor.