China encabezó las entradas de Inversión Extranjera Directa (IED) del mundo en el primer semestre de 2018, informó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con datos preliminares, China captó 70,200 millones de dólares de IED en la primera mitad del año, seguida por Reino Unido (65,500 millones) y, con un desplome de 73% en este indicador, Estados Unidos (46,500 millones).
En el primer semestre de 2018, el crecimiento de las exportaciones chinas aumentó 4.9% interanual, mientras que las importaciones chinas crecieron 11.5%; el superávit comercial general de China se contrajo 26.7 por ciento.
A su vez, la inversión en activos fijos (FAI, por sus siglas en inglés), un motor tradicional del crecimiento de China, se desaceleró a 6% interanual, en comparación con 8.6% en la primera mitad de 2017.
El crecimiento en la inversión en infraestructura, un contribuyente clave para el crecimiento de la FAI, cayó a 7.3% en la primera mitad de 2018, en comparación con el 21.1% de hace un año, debido al control más estricto de los proyectos de inversión para frenar los riesgos de deuda.
IED estatal china y global
El crecimiento de la inversión privada superó al de las empresas estatales: la inversión del sector privado aumentó 8.4% interanual en el primer semestre de 2018, en comparación con el 7.2% del primer semestre de 2017, mientras que la inversión de las empresas estatales se redujo a 3%, desde un 12%, respectivamente.
A nivel mundial, según la UNCTAD, la IED en el mundo presentó una caída de 41% interanual en la primera mitad del año en curso, afectada sobre todo por el efecto de la reforma fiscal de Estados Unidos, para descender a 470,000 millones de dólares.
Durante la primera mitad del año, todas las regiones del mundo registraron una baja de la IED, según el informe de la UNCTAD, la más importante ocurrió en Europa (-93 por ciento).
En general, entre los numerosos los factores que han contribuido a atraer inversiones a Estados Unidos figuran la existencia de un entorno favorable para las actividades empresariales, un gran mercado interno, una importante economía innovadora, una fuerte protección de la propiedad intelectual y una fuerza de trabajo flexible, productiva y calificada.
La IED incluye el desarrollo de nuevas actividades por parte de empresas extranjeras, la adquisición de actividades existentes de otra empresa y la aportación de capital adicional para actividades existentes de empresas estadounidenses
Pero la reforma fiscal de 2017 llevó a muchas multinacionales de Estados Unidos a «repatriar» sus beneficios.
La reforma fiscal del presidente Donald Trump, la más importante en 30 años, redujo en particular el impuesto de sociedades, que pasó de 35 a 21 por ciento.