China no quiere la guerra comercial que inició Estados Unidos, porque en ella todos pierden; pero deberá ser la administración del presidente Donald Trump quien la pare, aseveró Qiu Xiaoqui, embajador de China en México.
“No tenemos miedo frente a estos chantajes y amenazas, estamos preparados para responder si quieren una guerra comercial, y vamos a llegar hasta el final”, advirtió el diplomático en una conferencia de prensa.
La Oficina del Representante Comercial de la Casa Blanca recomendó el 3 de abril que Estados Unidos aplique un arancel de 25% a 1,300 productos de origen chino por valor de 50,000 millones de dólares anuales, incluyendo medicamentos, semiconductores, maquinaría agrícola, robots industriales y autos.
Qiu destacó que, 12 horas después de este anunció, China informó que impondrá aranceles de 25% a la importación de 106 productos originarios de Estados Unidos que suman un valor de 50,000 millones de dólares anuales, entre ellos soya, automóviles, químicos, aviones, whisky y artículos de plástico.
“China formuló esta lista con el mismo valor, ni un dólar menos ni un dólar más”, comentó el Embajador.
El 5 abril, Trump amenazó con imponer aranceles adicionales a las importaciones de productos de China por un valor de aduana de 100,000 millones de dólares por presuntas prácticas ilegales de propiedad intelectual y transferencia de tecnología.
Qiu sostuvo que en respuesta, “en menos de dos horas”, China planteó que si estas restricciones entran en vigor, “vamos a responder con la misma medida, con la misma fuerza y con el mismo impacto, ni más ni menos”.
El Embajador añadió que su país está plenamente preparado para cualquier acción que lleve a cabo Estados Unidos, al tiempo que China no ha concedido nada para evitar el escalamiento de este conflicto.
Este martes, el gobierno chino informó que eliminará los topes de propiedad extranjera para las compañías que fabrican vehículos híbridos y completamente eléctricos en 2018, para las de vehículos comerciales en 2020 y para los automóviles en general en 2022, entre otras medidas de apertura económica.
“Eso no es resultado de la presión de Estados Unidos; al contrario, son iniciativas para el mejor desarrollo de China”, afirmó Qiu.
Sergio Ley, presidente de la Sección para Asia y Oceanía del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), opinó que en una guerra comercial China tiene menos que perder, porque su comercio es más diversificado y su base manufacturera es más sólida.
“Estados Unidos tiene una base esencial sobre los servicios, los cuales se pueden conseguir en cualquier parte del mundo”, dijo.
Por otra parte, agregó, hay la vulnerabilidad de que la mayor parte de las exportaciones de Estados Unidos a China son productos de alto valor, como por ejemplo los aviones, y éstos pueden ser sustituidos, de modo que en lugar de comprárselos a Boeing, los compre a Airbus.