El 45% de la producción de vehículos automotores del mundo se localiza en los países en desarrollo de Asia, con China como el mayor fabricante de vehículos, con 30% del total a nivel global, destacó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En términos estilizados, la industria se concentra en tres macrorregiones: América del Norte, la Unión Europea y Asia, donde un reducido grupo de países (Estados Unidos, Alemania, Japón, República de Corea y China) mantiene una fuerte hegemonía en términos de producción, fabricantes de vehículos, proveedores y desarrollo tecnológico.
Los tres primeros países han dominado la industria por décadas; sin embargo, resulta particularmente interesante el rápido crecimiento de China.
En este marco, la fuerte competencia, la presión de los consumidores y los rápidos avances tecnológicos han favorecido la consolidación de los fabricantes y proveedores, el surgimiento de nuevas alianzas colaborativas tanto entre empresas de la cadena productiva como con algunas de otras industrias y la necesidad de desplegar modelos flexibles de producción que permitan ofrecer múltiples alternativas a los consumidores.
En el ámbito productivo, comienzan a aparecer nuevas plataformas que permiten combinar una gran escala de fabricación con crecientes niveles de flexibilidad.
En los próximos años, los principales fabricantes concentrarán gran parte de su producción global en un número muy reducido de nuevas plataformas modulares, focalizándose cada vez más en sus áreas de especialización y dándoles espacios crecientes de responsabilidad a sus proveedores.
De hecho, los fabricantes están atrapados en una dinámica de exclusión (crowding-out) por la que requieren más y mejores prestaciones, con un alto contenido de innovación y tecnología, para mantener su posición en el mercado.
En las décadas anteriores las actividades manufactureras fueron adquiriendo una fuerte orientación global, ya que muchas operaciones podían ser trasladadas de economías avanzadas a países en desarrollo para reducir costos.
En el período reciente, este paradigma ha comenzado a cuestionarse, tanto por las empresas como por las autoridades nacionales, y se ha revalorizado la manufactura en la creación de encadenamientos productivos, capacidades científico-tecnológicas y el dinamismo de la innovación en las economías nacionales.
El sector automotor está atravesando un profundo proceso de transformación y se está convirtiendo en un catalizador e impulsor de grandes cambios tecnológicos y productivos.
A pesar de que los fabricantes de vehículos han liderado este proceso por muchas décadas, en el período reciente los proveedores de partes, piezas y componentes comienzan a adquirir una relevancia cada vez mayor en la cadena productiva, impulsando el desarrollo tecnológico.