China acordó regalar un nuevo estadio nacional y una biblioteca a El Salvador por romper relaciones diplomáticas con Taiwán.
El presidente chino, Xi Jinping, hizo este compromiso en una reunión que sostuvo con el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, el martes en Pekín.
Desde las elecciones de Tsai Ing-wen en 2016, China ha aumentado la presión sobre Taiwán. Por ejemplo, ha establecido relaciones diplomáticas con ocho países que previamente reconocieron a Taiwán: Gambia, Santo Tomé y Príncipe, Panamá, República Dominicana, Burkina Faso, El Salvador, las Islas Salomón y Kiribati, dejando Taiwán con 15 socios diplomáticos.
El Salvador y el regalo chino
“El presidente Xi Jinping acaba de otorgar a El Salvador una gigantesca cooperación no reembolsable, gestionada enteramente por nuestro gobierno”, anunció Bukele en un tuit.
Además, Bukele comentó que se trata de un estadio nacional «nuevo, moderno y de gran capacidad”.
La República Popular de China sostiene que China continental y Taiwán son partes de “una China” cuya soberanía no puede dividirse. Una Ley Antisecesión de China de 2005 compromete a Beijing a “hacer todo lo posible con la máxima sinceridad para lograr una unificación pacífica” con Taiwán, pero establece que en el caso de la “secesión” de Taiwán de China, o en una situación en la que la China concluya que se han agotado las posibilidades de unificación pacífica, “el estado empleará medios no pacíficos y otras medidas necesarias para proteger la soberanía e integridad territorial de China”.
Posiciones encontradas
El 2 de enero de 2019, el presidente Xi volvió a comprometer China a la unificación pacífica, pero reservó la opción para usar la fuerza. Pidió explorar “un plan» para Taiwán de «un país, dos sistemas”, una referencia a un acuerdo según el cual China continental y Taiwán serían partes de un país, pero mantendrían diferentes sistemas políticos y de otro tipo.
A diferencia de su predecesor, el presidente Tsai no ha respaldado el “consenso de 1992”, según el cual Taiwán y la República Popular China reconocieron “una China”, pero conservaron sus propias interpretaciones de lo que significaba.
En marzo de 2019, presentó objeciones al plan de “un país y dos sistemas” de Xi y dijo que «socava unilateralmente el statu quo, elimina la soberanía de la República de China (Taiwán) y obliga a Taiwán a aceptar la unificación con China».
Por último, China anunció en junio de 2016 que había suspendido los contactos con Taiwán debido a la negativa del presidente Tsai a respaldar el “consenso de 1992”.