En términos netos, los flujos de IED a los Estados Unidos en ese periodo son negativos en unos 7,800 millones dólares.
La Inversión Extranjera Directa (IED) de China en Estados Unidos ascendió a sólo 1,800 millones de dólares en los primeros cinco meses de 2018, lo que significó una baja interanual de 90% y el nivel más bajo en siete años, de acuerdo Rhodium Group, una firma estadounidense de investigación económica.
A medida que China avanza para reducir el apalancamiento de sus conglomerados privados fuertemente endeudados, muchas empresas chinas se ven obligadas a vender sus activos en el extranjero para pagar préstamos.
Como resultado, las empresas chinas están desinvirtiendo sus activos en los Estados Unidos a un ritmo sin precedentes: en los primeros cinco meses de 2018, los inversores chinos vendieron activos estadounidenses por 9,600 millones de dólares, con otros 4,000 millones de dólares de ventas pendientes.
El sector de salud y biotecnología se convirtió en el principal destino de la IED china en Estados Unidos por primera vez, liderado por la adquisición que hizo la compañía médica china Shandong Weigao Shandong de Argon Medical Devices por 850 millones de dólares. Los bienes raíces y hotelero siguieron siendo el segundo mayor receptor de IED china.
La inversión de China en activos estadounidenses se puede dividir en varias categorías, incluidas las tenencias de valores estadounidenses, la IED y otras inversiones no vinculadas.
Los Estatutos de los Estados Unidos definen la IED como «la propiedad o control, directa o indirectamente, por un residente del 10% o más de los valores con derecho a voto de una empresa comercial estadounidense incorporada o el interés equivalente en una empresa comercial no constituida en Estados Unidos, incluida una sucursal.»
La Oficina de Análisis Económico (BEA) es la principal agencia del gobierno que informa sobre los flujos de IED desde y hacia los Estados Unidos, lo que se hace sobre una base de balanza de pagos.
China también ha invertido en varias empresas, proyectos y diversas empresas estadounidenses que no cumplen con la definición estadounidense de IED, y por lo tanto, no se reflejan en los datos de BEA.
