China y Estados Unidos eludieron participar en los mecanismos de consulta de la Organización Mundial de Comercio (OMC) antes de aplicarse aranceles en forma mutua y unilateral.
Las aduanas chinas impusieron a partir de este lunes aranceles de hasta el 25% a las importaciones de 128 bienes originarios de Estados Unidos, en respuesta a medidas restrictivas al comercio de acero y aluminio que ha tomado el presidente Donald Trump.
Fijaron un arancel de 15% a 120 productos, incluidos vino, nueces, pistaches, uvas, naranjas, sandías, mangos secos y tubos de acero sin costura, así como un arancel de 25% sobre otras mercancías, entre ellas la carne de cerdo y la chatarra de aluminio.
En este caso, en la semana pasada, el gobierno chino solicitó la celebración de consultas con Estados Unidos en virtud del Acuerdo de Salvaguardias de la OMC, destacando que prefería resolver la disputa comercial a través del diálogo, en un periodo de consultas previsto durante 30 días.
Pero su determinación de poner en vigor los aranceles en forma anticipada podría ser una señal de que Estados Unidos no está dispuesto a negociar o eliminar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio de varios países, China incluida.
En otra vertiente, el 26 de marzo, China exhortó a los miembros de la OMC a unirse contra la decisión del presidente Trump de imponer aranceles a productos chinos como una compensación por supuesto robo de propiedad intelectual.
Zhang Xiangchen, enviado de China en la OMC, dijo a delegados de ese organismo que la medida de Trump infringe las normas del comercio internacional.
Zhang aseveró que tras una decisión previa de la OMC, Estados Unidos se había comprometido a no imponer dichas tarifas a menos que ganara el derecho a hacerlo en una disputa en la OMC. China está preparada a reaccionar usando reglamentos de esa organización y «otras formas necesarias» para salvaguardar sus derechos e intereses, añadió.
Trump autorizó a finales de marzo imponer aranceles a importaciones de productos originarios de China por un valor de hasta 60,000 millones de dólares anuales como compensación por supuesto robo de tecnología y secretos comerciales.
A su vez, la medida de China de subir aranceles a los productos estadounidenses abarca importaciones por un valor anual de alrededor de 3,000 millones de dólares.
En 2017, el Departamento de Comercio inició investigaciones sobre el efecto de las importaciones de acero y aluminio en la seguridad nacional de los Estados Unidos de conformidad con el artículo 232 de la Trade Expansion Act de 1962.
En los informes presentados al Presidente en enero de 2018, el Departamento de Comercio constató que esas importaciones amenazaban menoscabar la seguridad nacional.
China ha replicado que responderá como sea necesario en la eventualidad de una guerra comercial con Estados Unidos, de acuerdo con el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, quien advirtió que un enfrentamiento de este tipo solo dañaría a todas las partes.