Estados Unidos anunció este lunes nuevas restricciones a chips críticos para el desarrollo de inteligencia artificial (IA) a través de una regla final provisional.
La nueva regla crea tres niveles de restricciones al respecto:
- No existen restricciones para la venta de chips a 18 aliados y socios clave. Además, esta política ofrece flexibilidad a las jurisdicciones con sólidos sistemas de protección tecnológica. Por otro lado, asegura que los ecosistemas tecnológicos estén alineados con los intereses de seguridad nacional y política exterior de los Estados Unidos. Por último, esto permite realizar compras a gran escala sin contratiempos.
- Se prohíben exportaciones a países sujetos a embargos de armas estadounidenses. En efecto, los sistemas de IA potentes pueden aumentar riesgos significativos para la seguridad nacional. Por ejemplo, podrían facilitar el desarrollo de armas de destrucción masiva o apoyar operaciones cibernéticas ofensivas avanzadas. Además, pueden contribuir a violaciones de derechos humanos, como la vigilancia masiva. En la actualidad, ciertos países de preocupación utilizan activamente la IA, incluidas tecnologías desarrolladas en Estados Unidos, para estos fines. Asimismo, intentan socavar el liderazgo estadounidense en el ámbito de la IA.
- Requisitos de licencia y cuotas de usuario final para todos los demás países.
Chips críticos
Según la Casa Blanca, los pedidos de chips con una capacidad de cálculo equivalente a unas 1.700 GPU avanzadas no necesitan licencia ni cuentan para los límites nacionales de chips.
Además, la mayoría de los pedidos pertenece a esta categoría. Principalmente, estos provienen de universidades, instituciones médicas y organizaciones de investigación con fines claramente inocuos.
Por otro lado, la Casa Blanca destaca que simplificar el procesamiento de estos pedidos mejora el sistema actual. Finalmente, esto permite acelerar los envíos de tecnología estadounidense de bajo riesgo a nivel global.
Inteligencia artificial
La Casa Blanca resaltó que la inteligencia artificial está tomando un papel clave en la seguridad y la economía. Además, subrayó que Estados Unidos debe liderar esta transición de manera decidida. Es esencial garantizar que la tecnología estadounidense impulse el uso global de la IA y que los adversarios no puedan aprovecharla de forma indebida.
Finalmente, la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, advirtió sobre los crecientes riesgos para la seguridad nacional. Durante una conferencia de prensa, afirmó: “A medida que la IA se vuelve más poderosa, los riesgos se intensifican aún más”.