México y Estados Unidos concluyeron este viernes la redacción de otros 10 capítulos, con lo que cerraron 20 de los 30 a negociar, como parte de la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), informó Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
“Tenemos 20 capítulos cerrados, de 30, pero los demás no son los capítulos completos, sino que falta la definición de un párrafo o el lenguaje específicos”, dijo Guajardo, al concluir su reunión con Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca.
El proceso, añadió, constituye una combinación técnica-política, “porque mucho del trabajo es una mezcla entre encontrar técnicamente las palabras adecuadas y las decisiones políticas correctas.”
Los negociadores TLCAN cerraron en mayo pasado los capítulos de Competitividad y Obstáculos técnicos al comercio.
Otros siete fueron concluidos anteriormente: Telecomunicaciones, Pymes, Competencia, Anticorrupción, Buenas prácticas regulatorias, Transparencia y Medidas sanitarias y fitosanitarias.
Debido a que el TLCAN se negoció hace 26 años, algunos capítulos están desactualizados y no reflejan los estándares modernos. Esta es una de las razones por las que el gobierno estadounidense quiere “modernizar” el tratado, actualizando las disposiciones sobre derechos de propiedad intelectual, empresas estatales, comercio digital, servicios, procedimientos aduaneros, medidas sanitarias y fitosanitarias, trabajo, medio ambiente y pequeñas y medianas empresas.
La Administración Trump ha declarado que tiene la intención de trabajar estrechamente con el Congreso estadounidense a medida que revisa los elementos del TLCAN y renegocia los cambios, cuando corresponda, de manera oportuna y con “resultados sustantivos”.
Por su parte, los funcionarios del gobierno mexicano han expresado su interés en la modernización del TLCAN, con la acotación de que las fuertes cadenas de suministro regionales mejoradas a través de ese acuerdo comercial, vigente desde 1994, no deberían verse afectadas.
Desde la perspectiva del gobierno de México, Estados Unidos ha dificultados las negociaciones con propuestas radicales, llamadas «píldoras de veneno», como la cláusula del sunset, con la cual se terminaría automáticamente el acuerdo comercial cada quinquenio, a menos que los tres países acordaran antes renovarlo; reformas en la metodología para fijar cuotas compensatorias por dumping o subsidios en productos agrícolas; reglas de origen en el sector automotriz con contenido estadounidense, y cambios en los mecanismos de resolución de controversias.