El comercio internacional y las cadenas de valor mundiales de alimentos y productos agrícolas demostraron resiliencia ante la conmoción causada por la Covid-19, especialmente en el caso de los alimentos básicos, de acuerdo con un informe de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Pese a que en el primer semestre de 2020 se produjeron pocos cambios en el comercio agrícola mundial en comparación con el mismo período de 2019, la pandemia tuvo pronunciados efectos a corto plazo en las pautas de comercio de productos agrícolas y alimentarios.

Los valores mundiales de las importaciones y el número de flujos comerciales disminuyeron considerablemente en abril y mayo de 2020, pero se recuperaron en junio.

Aunque la alteración del comercio internacional de alimentos básicos como los cereales, las semillas oleaginosas o las frutas y hortalizas siguió siendo mínima, en lo que se refiere a los productos afectados por la modificación de las pautas de consumo (por ejemplo, las bebidas y el pescado) y los productos no alimentarios (por ejemplo, el algodón, el tabaco, las plantas vivas y las flores cortadas) se experimentó una disminución más acusada de los valores comerciales durante los primeros meses de la pandemia.

Comercio internacional

Proyecciones recientes de la FAO confirman el debilitamiento del crecimiento de la demanda durante el próximo decenio.

Esta Organización prevé que el consumo per cápita de muchos productos básicos permanezca sin cambios a escala mundial, lo que convertirá al crecimiento de la población en el principal motor del aumento del consumo.

También se espera que las mejoras de la eficiencia en la producción agrícola y ganadera permitan hacer frente al incremento de la demanda proyectado, lo que mantendrá los precios agrícolas ajustados a la inflación aproximadamente en sus niveles actuales.

El comercio internacional continuará siendo esencial para la seguridad alimentaria en los países importadores de alimentos, así como para los medios de vida rurales en los países que los exportan.

Las simulaciones de la FAO indican que, en el corto plazo, las medidas adoptadas en todo el mundo para contener el brote de Covid-19 tienen repercusiones para la demanda y la oferta de productos agrícolas. La pandemia continuará generando incertidumbre en los mercados.

Inflación

Según las proyecciones a mediano plazo, los precios de los principales productos básicos agrícolas seguirán manteniéndose sin grandes variaciones hasta 2029, ya que se espera que los incrementos de la demanda se satisfagan mediante mejoras de la eficiencia en la producción.

Se proyecta que los precios ajustados a la inflación caigan en 2020, se recuperen después hasta 2026 y finalmente retomen su tendencia bajista.

Ante la confirmación de una nueva ola de la pandemia, que está afectando con especial dureza a los países en desarrollo y está obligando a imponer nuevos confinamientos y restricciones en los países de ingresos altos, se desconocen el momento y la magnitud de la recuperación económica mundial.

En el ámbito del comercio internacional, aunque algunos países impusieron restricciones comerciales con el objetivo de reducir los posibles efectos adversos de la pandemia en sus mercados agrícolas nacionales, afortunadamente la mayoría de esas medidas fueron temporales y duraron poco.

Para la OMC, la experiencia en crisis anteriores nos ha enseñado que conviene evitar medidas de restricción del comercio, ya que suelen generar incertidumbre en los mercados y pueden causar repentinos picos de precios y una mayor volatilidad de los precios.

También pueden dar lugar a una pérdida de confianza en los mercados mundiales, especialmente en el caso de los países importadores.

La OMG indicó que es importante que los Gobiernos eviten recurrir a este tipo de medidas y, en su lugar, garanticen la apertura de los mercados y la fluidez de los intercambios comerciales.

Esto es esencial para el correcto funcionamiento de las cadenas de suministro agroalimentarias.