En el mundo digitalizado de las cadenas de valor mundiales, las empresas dependen cada vez más de los datos para llevar a cabo sus actividades, ya se trate de realizar investigación y desarrollo, coordinar la producción o llegar a clientes y proveedores, según un análisis de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En general, los flujos transfronterizos de datos han hecho posible la organización de redes de producción internacionales que ayudan a generar los beneficios asociados a las cadenas de valor mundiales.
Las cadenas de valor mundiales dependen de la transmisión de los datos a través de las fronteras para poder controlar y coordinar de manera generalizada procesos geográficos dispersos.
Asimismo, las empresas utilizan datos procedentes de sus filiales distribuidas por distintos lugares del mundo para un gran número de tareas internas de gestión, e incluso para decisiones cotidianas; por ejemplo, se transfieren datos sobre recursos humanos hasta la sede central y desde ella, se envían datos a instalaciones de investigación y desarrollo situadas en el extranjero, se utilizan programas informáticos en la nube, se gestionan los procesos de producción y se prestan servicios de posventa.
Para gestionar eficientemente la cadena de suministro no solo deben circular sin trabas las mercancías, los servicios y los capitales, sino también las ideas y los conocimientos técnicos de gestión.
Al mismo tiempo, el acceso a soluciones digitales nuevas y avanzadas a precios competitivos pueden ayudar a aumentar la productividad, ya sea al utilizar programas informáticos y tecnologías que aumentan la productividad suministrados a través de Internet, o al optimizar la utilización de los recursos productivos existentes.
Los datos y su uso
Además, el uso de nuevas soluciones digitales puede ayudar a reducir los costos de búsqueda de proveedores y aumentar la fiabilidad de los acuerdos contractuales con proveedores internacionales, lo que a su vez, puede reducir las demoras en las transacciones internacionales.
La transferencia de datos a través de las fronteras también es un elemento esencial de nuevos modelos de suministro de servicios, en rápida expansión, como la computación en la nube, el análisis de macrodatos (big data) y los servicios ligados a la naciente Internet de las cosas.
Estas nuevas industrias de la información ofrecen a las empresas nuevas oportunidades de participar en la actividad económica internacional. La circulación de los datos puede ayudar a las empresas a prestar tales servicios a mayor escala de manera más eficiente, hallar nuevos clientes en mercados distantes e integrarse en cadenas de valor nuevas o en expansión, y puede ser un medio para suministrar servicios que antes era difícil comercializar (por ejemplo, servicios médicos o de contabilidad).
Los datos se utilizan como insumo en la producción y suministro de bienes y servicios, pero también como producto, por ejemplo incorporados en productos o servicios digitales. El empleo de los datos es omnipresente y abarca el conjunto de la economía.
Ya no cabe pensar que los datos son asunto de las empresas de TIC; además, y es importante destacarlo, los beneficios asociados al empleo transfronterizo de los datos podrían ser especialmente notables para las pymes y para las empresas de los países en desarrollo.
De hecho, las mejoras de eficiencia más sustanciales derivadas de la tecnología digital suelen tener lugar en sectores distintos de las TIC, como la atención sanitaria, el transporte o incluso la agricultura.