La competitividad de Argentina cayó una posición, de la 61 a la 62, en la Clasificación Mundial de Competitividad 2020, elaborada por el Instituto para el Desarrollo Gerencial (IMD, por su sigla en inglés), con sede en Suiza.
Se trata de la segunda caída consecutiva de Argentina, puesto que descendió del lugar 56 al 61 en la última edición.
Argentina tiene una larga historia de crisis económicas. Ha incumplido su deuda externa (deuda mantenida por extranjeros) nueve veces desde la independencia en 1816. Tomó 15 años resolver el incumplimiento de Argentina en 2001.
También Argentina ha entrado en 21 programas del FMI desde que se unió en 1956. La actual crisis económica que enfrenta Argentina proviene de problemas de larga data y desarrollos recientes.
De acuerdo con el IMD, uno de los desafíos del país es responder adecuadamente al Covid-19, manteniendo un equilibrio con la necesidad de restaurar la actividad económica y el empleo.
Al mismo tiempo, debe ayudar a los grupos y sectores más vulnerables a soportar la recesión económica; regresar a los mercados crediticios y reabrir las fuentes de financiamiento público a través de una negociación viable de reestructuración de la deuda.
Otros desafíos consisten en mantener la expansión anticíclica de los agregados monetarios y el déficit fiscal consistentes con la contención de las presiones inflacionarias, así como resistir las presiones proteccionistas e implementar una agenda competitiva sensata.
Competitividad de Argentina
Desglosando los cuatro grandes pilares de la competitividad de Argentina, el país subió de la posición 61 a la 60 en desempeño económico; en eficiencia gubernamental bajó de la 61 a la 63; en eficiencia empresarial retrocedió de la 59 a la 62, y en infraestructura pasó de la 51 a la 52.
En general, la clasificación proporciona una amplia cobertura de 63 economías, elegidas en función de la disponibilidad de estadísticas internacionales comparables y la colaboración con los Institutos Socios locales, que contribuyen a la recopilación de datos de encuestas y garantizan que todos los datos sean confiables, precisos y estén actualizados, como sea posible.
En América Latina, la competitividad de Argentina sólo supera a la de Venezuela, que está en la última posición.
