Desde la sesión del 9 de junio, las noticias y expectativas acerca del referéndum de Reino Unido y la posibilidad de un Brexit han comenzado a dominar los movimientos y la dirección del mercado cambiario.
El tema del Brexit se ha convertido en el principal catalizador de la aversión al riesgo, lo cual para el peso es sinónimo de una depreciación frente al dólar.
En principio, las pérdidas del peso se deben a sus características: existe un mercado profundo de más de 135 mil millones de dólares al día, la divisa es la más operada entre las monedas emergentes y de este grupo, es una de las pocas que operan las 24 horas, contrario al real brasileño que solo opera de las 07:00 a las 16:00 horas.
Por este motivo, los inversionistas adoptan posturas a favor del dólar y en contra del peso, para cubrir otras posiciones en activos de riesgo, lo que compensa sus pérdidas ante eventos que generen aversión al riesgo. Todo con la posibilidad de abrir o cerrar sus posturas en el mercado cambiario rápidamente y en cualquier momento del día.
Actualmente existen varias situaciones que de manera simultánea representan un riesgo de debilitamiento para el peso. A largo plazo lo más relevante es el proceso de normalización de la política monetaria estadounidense, ya que esto tendría efectos sobre los flujos de capitales de economías emergentes hacia economías avanzadas, en particular Estados Unidos.
El proceso de desaceleración económica de China y las señales de debilitamiento económico global también representan un riesgo para el peso en el largo plazo. En otras palabras, estos acontecimientos seguirán afectando a la divisa más allá del 2016.
A los acontecimientos señalados se suman eventos en el corto plazo que se han convertido en riesgos latentes para el peso. El primero de estos es el referéndum de Reino Unido programado para el 23 de junio.
A pesar de que existe una probabilidad menor a 40% de que Reino Unido decida salir de la Unión Europea, por ahora los riesgos de un ajuste de los flujos de inversión, en caso de que se confirme el Brexit, ha ocasionado que los mercados nuevamente incrementen sus posturas en contra del peso. El segundo riesgo es el proceso electoral de Estados Unidos.
Más allá de los flujos de inversión en el corto plazo, un Brexit implicaría la necesidad de una reorganización completa de los tratados comerciales de Reino Unido con el resto del mundo (incluido el TLCUEM, del que forma parte con México y la Unión Europea).
El Brexit también debilitaría la estabilidad de la Unión Europea, en donde grupos políticos de otros países también han mostrado inconformidad con las reglas migratorias, considerando a la vez que se ha perdido soberanía ante Bruselas.
El escepticismo hacia la Unión Europea provino de la reciente crisis de refugiados y antes de esto, de la crisis de altos déficits fiscales que desde 2010 afectó a los países miembros.
En este contexto, partidos políticos en contra de la integración europea han ganado terreno en parlamentos de algunos países, entre ellos Finlandia, Dinamarca, Polonia, Alemania y Francia.
Si Reino Unido confirma una salida de la Unión Europea, se espera que los movimientos populistas, la ideología nacionalista y anti-establishment ganen fuerza, poniendo en riesgo una Unión que no solo busca una integración comercial, sino que tiene como objetivo subyacente la estabilidad política y la paz a largo plazo de sus miembros, lo que se consideraba una prioridad desde que se creó la Comunidad Económica Europea en 1957.
Escenario 1
La confirmación de un Brexit este 23 de junio generaría presiones en contra del peso que podrían llevar a la paridad rápidamente hacia su máximo histórico de 19.44 pesos por dólar y desde ahí a niveles cercanos a 20 pesos por dólar.
Existe la posibilidad de que la Comisión de Cambios decida intervenir a través de Banco de México con subastas de dólares, aunque los flujos a favor del dólar podrían dificultar la tarea de las autoridades por brindar estabilidad al mercado.
En este escenario se hace altamente probable que Banco de México suba su tasa de referencia hasta 50 puntos base en su reunión del 30 de junio, una vez que exista mayor certidumbre sobre las reacciones del mercado y que se haya presentado una corrección a la baja de la paridad.
Escenario 2
Por otro lado, si se descarta el Brexit, se esperaría una rápida corrección del tipo de cambio hacia niveles cercanos a 18.00 pesos por dólar. Un ajuste al alza de la tasa objetivo de Banco de México no se descarta, ya que la Junta de Gobierno también evaluará los riesgos al alza para la inflación provenientes del comportamiento reciente del mercado cambiario, a lo que se suman otros factores como la normalización de tasas de Estados Unidos y su proceso electoral.
Hacia adelante el peso seguirá afectado en el corto plazo por las elecciones presidenciales de Estados Unidos, sobre todo si Donald Trump comienza a adelantarse en las encuestas previas a las elecciones generales del 8 de noviembre.
Al día de hoy los inversionistas y los mercados ya se encuentran preocupados por los efectos que un triunfo de Trump podría tener sobre los flujos de inversión directa y de cartera entre México y Estados Unidos, situación que también incrementará las posturas en contra del peso y a favor del dólar en el mercado cambiario.
Gabriela Siller; PhD
Director de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE