La francesa Michelin planea construir una planta valuada en 510 millones de dólares en Guanajuato, que producirá cerca de 5 millones de llantas por año.
La planta de Michelin, que empezaría a operar en el 2017, producirá llantas para vehículos y camiones ligeros principalmente para el mercado de Norteamérica, pero también para Europa y Asia, según documentos vistos por la agencia Reuters.
Parte de la producción será vendida directamente a clientes como repuestos, mientras que otra parte se destinará a líneas de producción en la creciente industria automotriz mexicana.
“Michelin tiene un compromiso de larga data con el fortalecimiento de sus operaciones en América del Norte. Aunque el interés de Michelin en expandirse en la región ha sido objeto de especulación en meses recientes, la compañía no está anunciando ningún detalle específico en este momento”, dijo un portavoz de la firma en un correo electrónico.
Guanajuato se ha convertido en un importante centro de negocios para las armadoras de autos, con firmas como Toyota y Ford anunciando nuevas plantas en el estado el año pasado.
Goodyear Tire & Rubber Co, rival de Michelin, había anunciado el año pasado que invertirá 550 millones de dólares en una planta en San Luis Potosí.
México, el séptimo productor mundial de vehículos según la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos Motorizados, seduce a los fabricantes por sus bajos costos laborales, acuerdos de libre comercio y proximidad con Estados Unidos.
La planta prevé crear más de 1,000 empleos. Reuters no pudo verificar cuándo empezará la construcción, pero un funcionario mexicano familiarizado con las negociaciones dijo que el anuncio podría hacerse tan pronto como en este mes.
Dependiendo de las condiciones del mercado, la planta podría ser expandida para producir otras 5 millones de unidades anualmente y emplear a 750 personas más para el 2020, indicó uno de los documentos.
Michelin, que tiene su sede en Clermont-Ferrand en el centro de Francia, está impulsando una estrategia de expansión internacional mientras reduce costos y lucha por defender los precios más altos de su marca frente a rivales chinos.
En noviembre del 2015, la compañía dijo que planea cerrar algunas de sus plantas europeas e impulsar la producción en otras en una reorganización que apunta a superar a una competencia más dura y el impacto de años de crisis económica en la región.