El comercio mundial de mercancías en términos de valor en dólares estadounidenses creció más rápido que en términos de volumen en 2018, debido al aumento de los precios de exportación e importación.
Después de crecer 13.7% en la primera mitad del año, las exportaciones de mercancías aumentaron 6.5% interanual en la segunda mitad.
En suma, las exportaciones para todo el año avanzaron 10%, a 19.48 billones, según datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Los valores del intercambio de mercancías están fuertemente influenciados por los tipos de cambio y los precios de los productos primarios, en particular los productos energéticos.
Este fue el caso en 2018, ya que los precios de los combustibles subieron y bajaron a lo largo del año.
La OMC espera que el ritmo del crecimiento del comercio mundial se desacelere aún más en 2019 antes de que se recupere en 2020.
De acuerdo con las previsiones comerciales de la OMC del 2 de abril de 2019, el volumen comercial de mercancías del mundo aumentará 2.6% en 2019. Esto estará acompañado por un crecimiento del PIB del 2.6% a los tipos de cambio del mercado.
Si los resultados del primer trimestre son débiles, es posible que el comercio deba crecer más rápido en el resto del año para alcanzar el valor de pronóstico.
El crecimiento del comercio debería repuntar hasta 3.0% en 2020. En paralelo, habría un crecimiento constante del PIB del 2.6 por ciento.
El comercio global y su tendencia
Después de varios años de expansión mediocre, el volumen del comercio mundial de mercancías creció 4.6% en 2017.
La fortaleza del aumento sugirió que el comercio podría estar recuperando algo de su impulso anterior. Pero en 2018 el crecimiento comercial retrocedió a 3.0%, una vez más en línea con el PIB.
La reciente debilidad del comercio puede explicarse en parte por la desaceleración del crecimiento económico en la Unión Europea, que tiene una mayor participación en el comercio mundial que en la producción mundial debido al recuento del comercio intracomunitario en los totales mundiales, y por Asia, que tiene una gran parte del comercio intrarregional en sus exportaciones e importaciones como resultado de las cadenas de suministro regionales.
El comercio y la producción también pueden haber sido influenciados por choques temporales en el período de revisión, incluido el cierre del Gobierno Federal en Estados Unidos y los problemas de producción en el sector automotriz en Alemania.
Es probable que los efectos de estos choques sean transitorios. Ello hace que los consumidores y las empresas pospongan las compras y las decisiones de producción en lugar de cancelarlas por completo.
El impacto de un conflicto comercial más amplio probablemente sería más serio y duradero. Aunque algunos terceros países podrían beneficiarse del suministro de bienes sujetos a aranceles más altos.