El crecimiento del PIB y la relocalización (nearshoring) están abriendo nuevas oportunidades en México, destacó la OCDE en un informe difundido este martes.
En general, a juicio de la OCDE, la economía está navegando bien en el incierto entorno económico global.
Aunque la inflación subyacente es persistente, la inflación general está retrocediendo gradualmente.
“México ha comenzado a beneficiarse del nearshoring, pero para aprovechar plenamente su potencial es necesario abordar desafíos de larga data, como la baja productividad y las altas desigualdades”, consideró la OCDE.
Desde su perspectiva, el crecimiento se ha mantenido bien gracias a una demanda interna resiliente, a la vez que el consumo está respaldado por un mercado laboral fuerte.
Mientras que la inversión tiende a aumentar, apoyada por proyectos de infraestructura pública en el sur y por inversión privada en maquinaria, las exportaciones han mantenido su dinamismo.
Crecimiento del PIB
La política monetaria de México reaccionó decisivamente a la alta inflación. La inflación general se ha suavizado y la inflación subyacente, si bien es más persistente, también ha disminuido gradualmente, aunque la inflación de los servicios sigue siendo elevada. Por otro lado, la fuerte apreciación del peso ha contribuido a contener la inflación.
Para la OCDE, se espera que el crecimiento del PIB se desacelere hasta 2.5% en 2024; la demanda interna sostendrá el crecimiento y las exportaciones se verán afectadas por la desaceleración en Estados Unidos.
También la OCDE predijo que la inflación general y subyacente seguirán desacelerándose.
Una desaceleración más pronunciada en Estados Unidos y una inflación más persistente de lo previsto, que requerirán mantener las tasas altas por más tiempo, son riesgos a la baja clave.
Por el lado positivo, la reconfiguración en curso de las cadenas de valor globales podría impulsar la inversión más de lo previsto.
La política fiscal tiene un sólido historial en el logro de objetivos fiscales y el mantenimiento de la deuda pública en niveles bajos.
Sin embargo, la OCDE dijo que se necesitan mayores ingresos tributarios para mantener la prudencia fiscal y abordar importantes necesidades de gasto en áreas que mejoran la productividad, como la educación, la infraestructura, las transiciones digital y verde, y la lucha contra la corrupción y el crimen.
Además, mejorar el marco fiscal facilitaría brindar apoyo durante las recesiones.