Cuba registró un récord en ventas de puros durante 2018, con 537 millones de dólares, un crecimiento de 7% interanual, según datos de Icex.
Con ello, acaparó en torno al 70% de la cuota de mercado mundial, a pesar de no estar presente en Estados Unidos.
Cuba tiene la exclusiva de venta internacional de marcas líderes como Cohiba, Partagás y Montecristo.
Ya es el cuarto renglón en ingresos del Producto Interior Bruto (PIB) en Cuba. La elaboración de puros está en manos del Estado y su comercialización internacional la realiza en exclusiva Habanos S.A., una empresa mixta creada por la hispano-francesa Altadis, que después fue adquirida por la británica Imperial Tobacco.
Según cifras oficiales, Cuba produjo 30,000 toneladas de hojas de tabaco en la cosecha 2018, casi un 3% menos que la campaña anterior. Cuba es el principal exportador de puros del mundo.
En general, se denomina habano a todos los tabacos o puros en los cuales el 100% del tabaco que los compone es cultivado y manufacturado en Cuba tras múltiples y severos controles tanto a nivel del proceso agrícola de cultivo, fermentación, secado e inclusive añejamiento.
Puros y marcas
Cohiba es la marca de mayor prestigio en el mundo del tabaco. Se creó en 1966 y durante muchos años estuvo destinada únicamente para regalo a las personalidades de gobierno, nacionales y extranjeras, y por supuesto para el presidente Fidel Castro. Se fabrica desde entonces en la prestigiosa fábrica El Laguito, en La Habana.
Desde 1982, año en que se presenta en diferentes países, Cohiba está disponible para poder disfrutarse por los fumadores del mundo en cantidades limitadas.
Cohiba es una antigua palabra que utilizaban los indios Taínos, pobladores originarios de la Isla, para definir a las hojas de tabaco enrolladas que fumaban esos indios, y que Cristóbal Colón vio por primera vez en Cuba en 1492. Cohiba es por lo tanto el primer nombre del tabaco.
Las hojas utilizadas en la elaboración de Cohiba son “la selección de la selección” de las cinco mejores Vegas de Primera de los distritos tabacaleros de San Juan y Martínez y San Luis, en la zona de Vuelta Abajo.
Asimismo, Cohiba es la única marca de Habanos en la que tres de los cuatro tipos de hojas que se utilizan en su elaboración, seco, ligero y medio tiempo, experimentan una fermentación adicional en barriles. Este proceso tan especial se traduce en un aroma y sabor que sólo pueden encontrarse en esta marca.
Partagás
Si hay una fábrica de Habanos especialmente famosa en La Habana, esa es la Fábrica de Partagás. Está situada en el No 520 de la calle Industria, justo detrás del Capitolio habanero, en pleno centro de la ciudad. La fábrica fue creada en 1845 por Don Jaime Partagás, y desde entonces ha estado produciendo esta prestigiosa marca de Habanos.
Un Partagás es inmediatamente reconocible por su rico e intenso sabor. El carácter de su ligada, compuesta de tabacos de tripa y capote seleccionados, procedentes de la zona de Vuelta Abajo, es de una riqueza y aroma inimitables.
Montecristo
Montecristo es la más famosa y quizás la más apreciada de todas las marcas de Habanos. Se podría considerar que Montecristo es la referencia por la que se mide a todos los demás Habanos.
Su nombre se origina en la novela “El Conde de Montecristo” de Alejandro Dumas. El lector de tabaquería leía la novela a los Torcedores de la Fábrica de H. Upmann en La Habana, dónde se fundó la marca en 1935. Tal fue la aceptación, que se decidió dar el nombre del protagonista de la novela a la nueva marca.
La gama histórica de Montecristo inicialmente compuesta únicamente por las vitolas numeradas del una al cinco, se fue completando progresivamente para incorporar una oferta que cubre todos los gustos de los fumadores más exigentes, En el año 2004 se incorpora a la marca una nueva vitola: Edmundo, que cubre la tendencia de formatos de cepo grueso y dos años después esta línea de se completa con el Petit Edmundo. El nombre Edmundo procede de Edmundo Dantés, protagonista de la novela de Dumas.
En 2009 nace la Línea Montecristo Open con cuatro nuevas vitolas, que incorporan una ligada de menor fortaleza que el resto de vitolas de Montecristo, diseñadas para satisfacer a las nuevas generaciones que gozan del placer de los espacios abiertos.