El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) destacó que la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) da una señal al mundo de que la economía mexicana seguirá en su proceso de apertura comercial.
“México tiene tratados de libre comercio con 50 países; esto es una señal a esos países”, dijo Moisés Kalach, coordinador del Consejo Consultivo Estratégico para las Negociaciones Internacionales del CCE.
Ya se da por descontado que este jueves el pleno de la Cámara de Representantes aprobará el T-MEC. Con ello, dejaría pendiente la ratificación del mismo por parte del Senado de Estados Unidos, donde primero lo procesará la Comisión de Finanzas y luego se pondrá a consideración del pleno de los senadores, en ambos casos con mayoría republicana.
“El T-MEC es una piedra angular del desarrollo económico de México”, dijo Kalach. Para él, este nuevo acuerdo comercial “es una señal positiva para la llegadas de inversión, tanto nacional como extranjera”.
En general, el T-MEC revisaría y reemplazaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde el 1 de enero de 1994. El TLCAN eliminó las barreras comerciales y de inversión entre los Estados Unidos y dos de sus principales socios comerciales, Canadá y México.
Apertura comercial
“La negociación del T-MEC fue demasiado compleja, más de lo que hubiéramos deseado”, comentó Kalach, quien forma parte del llamado “Cuarto de junto”, conformado por unos 300 representantes de empresas u organismos relacionados como el comercio exterior.
El Cuarto de junto funciona como un mecanismo de diálogo directo entre la Secretaría de Economía y los sectores productivos nacionales para estrechar las consultas a nivel técnico y puntualizar intereses y/o sensibilidades en las negociaciones comerciales internacionales.
En ese contexto, México rompió récord en 2018 en su grado de apertura comercial de su economía, al alcanzar 75.8 puntos porcentuales.
Este indicador se calcula como el cociente de comercio exterior (exportaciones más importaciones) en relación con el PIB.
El grado de apertura de la economía de México creció en forma continua durante los últimos cinco años: pasó de 60.5% en 2013 a 72.7% en 2017, su anterior máximo histórico.
