La Presidencia de Estados Unidos destacó que la creciente demanda de tecnología de energía limpia genera importantes oportunidades para las empresas estadounidenses.
Recursos considerables y una fuerza laboral bien capacitada han permitido que las empresas estadounidenses sean líderes mundiales en una amplia gama de industrias.
Como señaló recientemente un Panel de Academias Nacionales, Estados Unidos tiene «abundantes suministros de cada tipo de recurso energético bajo en carbono», lo que hace que el país esté bien posicionado para una economía de cero emisiones netas.
Desde la perspectiva de la Presidencia, en la carrera mundial por desarrollar, implementar y exportar nuevas tecnologías, el rápido crecimiento de la demanda mundial de tecnologías de energía limpia y otras soluciones climáticas crea importantes oportunidades para las empresas estadounidenses.
Energía limpia
El apoyo del gobierno podría mejorar la capacidad de las empresas estadounidenses para competir de manera efectiva en los mercados globales emergentes de tecnologías de energía limpia y otras soluciones climáticas, en un contexto global en el que otros países brindan apoyo a sus propias empresas nacionales a través de la transición energética.
Así que las políticas climáticas pueden diseñarse para aprovechar las oportunidades de crear una economía estadounidense más sólida y equitativa, incluso superando las fallas del mercado y reduciendo las desigualdades y distorsiones económicas preexistentes.
La Casa Blanca planteó los siguientes puntos particulares:
Superar las fallas del mercado
Sin el apoyo de políticas, el sector privado invertirá poco en ciertas acciones que brindan grandes beneficios sociales, incluido el progreso tecnológico y la infraestructura pública.
Por lo tanto, las inversiones específicas en innovación e infraestructura tienen el potencial de impulsar la economía, al mismo tiempo que aceleran la transición a una economía de cero emisiones netas.
El aumento del nivel del mar y las tormentas más poderosas brindan motivaciones adicionales para invertir en infraestructura de protección para evitar impactos económicos localizados.
Reducir las inequidades
Abordar las desigualdades en la economía es una prioridad política clave de la Administración Biden, y los daños causados por las emisiones de combustibles fósiles perjudican de manera desproporcionada a las poblaciones históricamente marginadas y de bajos ingresos.
Un panel reciente de Academias Nacionales estimó que se deben movilizar aproximadamente 2 billones de dólares en inversiones de capital incrementales para 2030 para poner a los Estados Unidos en camino de lograr la meta de cero emisiones netas para 2050.
Algunas de estas inversiones pueden orientarse de manera que promuevan el desarrollo económico y creen oportunidades de empleo de alta calidad, particularmente en comunidades en dificultades y desfavorecidas.
Reducir las ineficiencias
Las políticas climáticas pueden brindar oportunidades para mejorar la eficiencia de la economía. Reducir los subsidios para la producción y el consumo de combustibles fósiles podría reducir las emisiones y mejorar la eficiencia económica al mismo tiempo.
Otro ejemplo, estudiado durante mucho tiempo en la literatura económica, es la oportunidad de implementar políticas climáticas basadas en el mercado que aumentan los ingresos y luego usar esos ingresos para mejorar la productividad.
