La demanda mundial de fertilizantes está impulsada principalmente por la demanda y los precios de los cereales.
A su vez, éstas se impulsan por el crecimiento demográfico, las tierras agrícolas per cápita, los cambios dietéticos en el mundo en desarrollo y el mayor consumo de biocombustibles.
Según la IFA, de 1976 a 2020, la demanda mundial de fertilizantes creció 2% anual.
En un estudio financiado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se prevé que el uso mundial de fertilizantes, compuestos de nitrógeno, fosfato y potasa, aumente 3% hasta 2023 para satisfacer la demanda mundial de alimentos.
La empresa CVR Patners refiere que el mundo desarrollado utiliza actualmente fertilizantes de manera más intensiva que el mundo en desarrollo, pero el crecimiento económico sostenido en los mercados emergentes está aumentando la demanda de alimentos y el uso de fertilizantes.
Además, CVR Patners destaca que las poblaciones de los países en desarrollo están adoptando dietas más ricas en proteínas a medida que aumentan sus ingresos, y ese consumo requiere más cereales para la alimentación animal.
A modo de ejemplo, se estima que la producción de trigo y cereales secundarios de China aumentó 40% entre 2011 y 2022, pero aun así no logró seguir el ritmo de los aumentos de la demanda, lo que llevó a China a aumentar sus importaciones de trigo y cereales secundarios en más de 1,307% durante el mismo período, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Fertilizantes
A medida que las poblaciones y los ingresos continúan creciendo, se requieren más alimentos a partir de una oferta cada vez menor de tierra cultivable per cápita, lo que exige mayores rendimientos de los cultivos y, por lo tanto, más nutrientes o fertilizantes para las plantas.
Esta tendencia, combinada con un suministro fijo de ciertos insumos para fertilizantes comerciales, incluida la roca fosfórica, contribuyó a una demanda global estable de fertilizantes durante 2022, y actualmente la empresa SuperBac espera que la demanda global se mantenga estable hasta 2023.
En particular, Brasil ha ido asumiendo un papel de liderazgo en la producción mundial de alimentos y SuperBac prevé que esta tendencia se intensifique en los próximos años.
El sector agrícola de Brasil depende en gran medida de las importaciones de fertilizantes: aproximadamente 85% del consumo total de fertilizantes brasileños se importó en 2020.
En marzo de 2022, Brasil lanzó un plan nacional de fertilizantes destinado a reducir la dependencia del país de las importaciones de fertilizantes, que contempla, entre otras cosas, el uso de incentivos fiscales para sustitutos de fertilizantes producidos en el país.