Tras décadas de subvenciones agresivas, los diseñadores de chips chinos están empezando a ganar cuota de mercado en chips lógicos y de memoria, indica la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad Estados Unidos-China.
Aparte del empaquetado y las pruebas, el diseño de chips es el segmento del mercado en el que China obtiene mejores resultados, con una cuota de mercado estimada de 9% del diseño de chips sin fábrica en 2021.
Diversas empresas chinas de semiconductores, como HiSilicon de Huawei, Loongson, Zhaoxin, Micro y Yangtze Memory Technology Corporation, están avanzando en diversas fases del diseño.
Como señaló Jan-Peter Kleinhans, experto en tecnología de Stiftung Neue Verantwortung (SNV), en un testimonio ante la Comisión, el ecosistema y las capacidades de diseño de chips de China están “aumentando rápidamente”.
En agosto de 2022, Biren Technology, utilizando el proceso de fabricación de 7 nanómetros de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), diseñó una GPU, importante para entrenar algoritmos de aprendizaje automático, con un rendimiento drásticamente mejorado.
Diseñadores de chips
En consonancia con los precedentes en otros sectores, según la Comisión, la intención declarada de las políticas chinas es ver socavadas las posiciones comerciales dominantes de las empresas estadounidenses de diseño integrado y especializado, como Intel, NVIDIA, AMD y Micron, y erosionada la fortaleza estratégica de Estados Unidos en esta fase de la cadena de semiconductores.
La carrera de China por adquirir posiciones superiores en toda la fase de I+D de las cadenas de suministro está interconectada con sus esfuerzos cada vez más vigorosos y centralizados en materia de política industrial.
Aunque Estados Unidos sigue ocupando una posición estratégicamente ventajosa en las fases de diseño de muchas cadenas de suministro, como en la cadena de suministro de semiconductores, los éxitos preliminares de la política industrial china, en combinación con su sólido ecosistema de innovación, son motivo de preocupación para Estados Unidos.
Y lo que es más acuciante, las continuas y amplias operaciones de robo y transferencia de tecnología por parte de China plantean graves riesgos no sólo para la competitividad económica estadounidense en la fase de diseño, sino también para las ventajas geoestratégicas de Estados Unidos, de acuerdo con la Comisión.
Desde su perspectiva, la inversión federal en la investigación y el desarrollo de la base industrial de defensa de Estados Unidos desempeña un papel importante para garantizar que las cadenas de suministro de nueva generación estén bien establecidas y sigan creciendo en Estados Unidos, un esfuerzo que se ve socavado por las políticas industriales de China y los esfuerzos interrelacionados de robo de tecnología.