El resurgimiento de la pandemia y las vulnerabilidades financieras en China representan un riesgo para la economía mundial, indica el Banco Central de los Países Bajos (DNB).
Nuevas oleadas de contagios y estrictas medidas de confinamiento están frenando el crecimiento económico en China: la producción industrial cayó en abril por primera vez en dos años 2.9% (interanual) y los consumidores chinos parecen más cautelosos.
Además, las perspectivas económicas han empeorado debido a la guerra en Ucrania y la alta inflación.
En los últimos meses, la fuerte recuperación económica de la pandemia de Covid-19 se ha ralentizado en muchos países.
Así que el panorama es incierto y depende del curso de la guerra en Ucrania.
Tras una fuerte recuperación de la economía mundial en 2021, con un crecimiento de 6.1%, el FMI rebajó sus proyecciones de crecimiento para 2022 en 0.8 puntos porcentuales en abril. Ahora se espera que la economía mundial crezca un 3,6% este año.
En China, las ventas minoristas cayeron por segundo mes consecutivo 11.1 y 3.5% en abril y marzo respectivamente (interanual).
Mientras que los precios de las acciones chinas han caído debido al deterioro de la confianza de los inversores, los problemas persistentes en el sector inmobiliario también están deprimiendo el crecimiento económico, como lo demuestran, entre otras cosas, la caída de los precios de la vivienda, los altos niveles de deuda y el menor número de transacciones.
Economía mundial
Según el DNB, las estimaciones de crecimiento de China para los próximos años, en torno a 5%, se sitúan significativamente por debajo de la media a largo plazo.
La desaceleración está aumentando las vulnerabilidades, particularmente para los mercados emergentes con estrechos vínculos económicos y financieros con China, pero también representa un riesgo para la economía global.
Las cadenas de suministro se han visto aún más interrumpidas por la desaceleración de la actividad en la economía china, lo que ha exacerbado la escasez para los productores en todo el mundo.
También China es un importante proveedor y cliente en los mercados de energía y materias primas.
En todo el mundo, la pandemia aún no ha llegado y los países de bajos ingresos y las economías emergentes son, desde la perspectiva del DNB, particularmente vulnerables al aumento de los costos de financiación.
La propia economía de Ucrania ha sido la más afectada por la guerra y el DNB espera que se contraiga en 35%: la actividad económica se ha estancado en gran parte del país, la infraestructura y otros capitales han resultado dañados o destruidos y muchos residentes han huido del país.
Asimismo, el banco proyectó que la economía rusa se contraerá en 8.5% esperado este año, principalmente como resultado de las sanciones.