El Brexit podría impulsar las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Reino Unido y México, estimó un reporte del Congreso de Estados Unidos.

Esta posibilidad es apoyada porque, con su salida de la Unión Europea, Reino Unido perderá las ventajas que le ofrece el TLC de México con ese bloque europeo, llamado TLCUEM, el cual entró en vigor en julio del 2000.

La misma circunstancia aplicaría para Corea del Sur, quien opera un TLC con la Unión Europea desde julio de 2011, el primer acuerdo de su tipo entre el bloque comunitario y un país de Asia.

Así pues, Reino Unido perdería su acceso a los beneficios que existen en los acuerdos comerciales de la Unión Europea con socios clave como México y Corea del Sur, con una importante base industrial y gran población en sus mercados.

Si bien no se sabe qué rumbo tomaría la política comercial de Reino Unido, las implicaciones económicas de este cambio de política comercial de Reino Unido se pueden mezclar.

Podría ser beneficioso en la medida en que el Reino Unido tenga la intención de reducir los aranceles por debajo de las tasas actuales de la Unión Europea. Pero podría ser perjudicial si ese país pierde el acceso a los beneficios del mercado único de la Unión Europea y los acuerdos comerciales preferenciales existentes de ésta con otros países, propiciando un comercio en condiciones menos favorables para el Reino Unido.

El Brexit plantea también cuestiones acerca de la situación de las negociaciones comerciales en curso, incluidas las del TLC entre Estados Unidos y la Unión Europea, llamado Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por su sigla en inglés).