El peso cerró la sesión con una depreciación de 0.99% o 19.4 centavos, cotizando alrededor de 19.85 pesos por dólar, alcanzando un nuevo máximo en el año de 19.8937 pesos. La depreciación del peso ocurrió a la par de un debilitamiento para la mayoría de las divisas de economías emergentes, pues el real brasileño se depreció 1.55%, similar a la lira turca que perdió 1.53% y el rand sudafricano que se depreció 1.08 por ciento.
La depreciación del peso se debe principalmente a los siguientes factores:
Primer factor
En la sesión se comenzó a especular sobre la posibilidad de que la Fed espere más tiempo para volver a recortar su tasa de interés. El Presidente de la Reserva Regional de Boston, Eric Rosengren, señaló ante medios que no existen argumentos suficientes para seguir bajando la tasa de interés, agregando que no se observa una desaceleración severa de la actividad económica en Estados Unidos.
Lo anterior contribuyó con un fortalecimiento del dólar también frente a algunas divisas de países cuyos bancos centrales mantienen posturas monetarias acomodaticias. El índice ponderado del dólar subió 0.32%, mientras que divisas como el yen japonés y el franco suizo se depreciaron 0.24% y 0.36% respectivamente, haciendo evidente que el fortalecimiento del dólar no se debió a un incremento de la aversión al riesgo.
Segundo factor
Existe una propensión de las divisas de economías emergentes a depreciarse ante un panorama económico adverso a nivel global. Lo anterior se debe a que además de Estados Unidos, existe el riesgo de que Europa y China se desaceleren como consecuencia de la guerra comercial.
A diferencia de Estados Unidos, los países de Europa no tienen las mismas herramientas para implementar medidas contra cíclicas, debido a que las tasas de interés son bajas e incluso negativas en algunos casos, mientras que la mayoría de los países tienen altos niveles de deuda. Adicionalmente se observan riesgos para las economías latinoamericanas, en particular Argentina, por el probable cambio de gobierno y Brasil, por su estrecha relación comercial con China.
Tercer factor
En el contexto de riesgos a la baja para el crecimiento económico global y de México, los participantes del mercado han comenzado a reducir sus posiciones en divisas de economías emergentes, lo que se traduce en incrementos del tipo de cambio. Asimismo, es probable que se observe un incremento de las posiciones a la espera de una depreciación del peso con fines de cobertura, sobre todo porque el peso es una de las divisas emergentes de mayor liquidez.
Cotización y otras divisas
Debido a lo anterior, el tipo de cambio se ubica cerca de 19.90 pesos por dólar y se eleva la probabilidad de que alcance un nivel de 20 pesos en el corto plazo.
En la sesión, el tipo de cambio alcanzó un mínimo de 19.6078 y un máximo de 19.8937 pesos por dólar. El euro-peso alcanzó un mínimo de 21.7481 y un máximo de 22.0684 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta, mientras que el euro tocó un mínimo de 1.1076 y un máximo de 1.1114 dólares por euro.
Gabriela Siller; PhD
Director de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE