El peso cerró abril con una depreciación de 1.99% o 47.2 centavos, cotizando alrededor de 24.14 pesos por dólar, acumulando tres meses a la baja.
En este periodo de tres meses, el peso se ha depreciado 28.1% o 5 pesos y 30 centavos.
Durante abril, el tipo de cambio alcanzó un mínimo de 23.2460 pesos y un nuevo máximo histórico de 25.7849 pesos por dólar, aunque se logró frenar la tendencia al alza observada durante marzo.
A pesar de que el tipo de cambio cotizó la mayor parte del tiempo en un canal entre 23.50 y 25.50 pesos por dólar, la volatilidad del mes se mantuvo elevada en 24.8%, resultado de una mayor percepción de riesgo con respecto a México y una clara salida de capitales durante la primera mitad del mes.
El peso y el contexto
Los principales determinantes de los movimientos del tipo de cambio en el mes fueron:
Primer factor
Se publicaron los primeros indicadores que mostraron el impacto económico de la pandemia del coronavirus a nivel global, observándose un salto importante del desempleo en Estados Unidos, caídas del consumo en las economías más afectadas y contracciones del sector servicios y la actividad industrial.
Al cierre del mes se publicaron contracciones severas del PIB de varias economías occidentales. En México, el PIB se contrajo a una tasa trimestral de 1.55% y una tasa anual de 2.37 por ciento.
Cabe agregar que esta es la segunda vez que el PIB de México hila cinco trimestres consecutivos a la baja. La primera vez fue del cuarto trimestre de 1985 al cuarto trimestre de 1986, cuando la economía mexicana mostraba señales de deterioro y siendo el terremoto de 1985 el último detonante de la recesión.
De manera similar en el 2019, México mostró un severo estancamiento económico que no fue catalogado como recesión por falta de profundidad en las caídas del PIB. Ahora con la crisis sanitaria, no sólo puede hablarse de recesión, sino también de una crisis económica por la expectativa de una caída profunda en el PIB de México.
Segundo factor
La severa recesión económica global, conocida como “El Gran Encierro” ha tenido un efecto particularmente negativo sobre las divisas de economías emergentes y de países productores de materias primas, pues se ha reducido su demanda para la producción de bienes finales.
En el mes, el precio del petróleo WTI alcanzó niveles negativos por primera vez en la historia, tocando un mínimo de -40.32 dólares por barril de forma momentánea, ante el riesgo de que la capacidad de almacenamiento de crudo se agote en Estados Unidos.
Hacia el cierre del mes el precio del petróleo se recuperó acercándose a 20 dólares por barril, pues durante abril ha bajado la producción petrolera de 13 a 12.1 millones de barriles diarios y se espera que esta tendencia continúe. Hacia adelante, no se pueden descartar nuevas caídas del precio del petróleo.
Tercer factor
El peso mexicano es una divisa particularmente vulnerable a la especulación, pues se trata de la divisa latinoamericana más liquida y opera las 24 horas.
Durante el mes, el peso mexicano perdió terreno como consecuencia de la caída del real brasileño, que cotizó en un nuevo máximo histórico de 5.2053 reales por dólar, como consecuencia de una crisis política interna.
El peso también es vulnerable por el deterioro del perfil crediticio de la deuda pública y de Pemex. Durante abril, la agencia calificadora Moody’s ubicó la calificación crediticia de Pemex en grado especulativo, con lo cual dos de las tres principales calificadoras ubican su deuda en este nivel.
Hacia adelante, persiste el riesgo de que un deterioro del perfil crediticio de la deuda soberana, pues es probable que la recuperación económica de México sea lenta, por la ausencia de una política fiscal expansiva que respalde las empresas y el empleo.
Cuarto factor
Al cierre del mes, Pemex presentó una pérdida neta de 562.2 mil millones de pesos en el primer trimestre del 2019, aunque ésta se debió principalmente a una pérdida cambiaria de 469.2 mil millones de pesos por la depreciación del peso frente al dólar.
Las ventas totales sumaron 284.1 mil millones de pesos, 20.24% por debajo de lo reportado en el primer trimestre de 2019. Los costos de ventas disminuyeron tan solo en 5.30%, a 243 mil millones de pesos, por lo que el margen de ventas cayó drásticamente de 38.82% a 16.91%. Esto es señal de que le contexto económico global afecta significativamente más los ingresos de Pemex que sus gastos.
Durante el primer trimestre, el precio promedio de la mezcla mexicana fue de 41.02 dólares por barril en el trimestre, 14.6 dólares por debajo del promedio del año anterior.
No obstante, estos precios no capturan las caídas que se observaron en abril, que incluso causaron al precio a ubicarse temporalmente en terreno negativo.
El peso y otras divisas
Es importante agregar que, en otros mercados, particularmente en el de capitales, se observaron fuertes ganancias durante abril, pues disminuyó la tasa de contagios en Europa y Estados Unidos, generando la expectativa de que estos países comenzarán a relajar las medidas que restringían la operación de negocios no esenciales y de personas.
También se aprobaron estímulos monetarios y fiscales en las economías avanzadas, incluyendo expansiones monetarias y recortes de tasas de interés a mínimos históricos.
Finalmente, hubo días de optimismo ante avances moderados en el trabajo de farmacéuticas para encontrar una cura para el Covid-19.
En el mes, el tipo de cambio tocó un mínimo de 23.2460 pesos y un máximo de 25.7849 pesos. El euro-peso alcanzó un mínimo de 25.2575 y un máximo de 27.8864 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta. Por su parte, el euro tocó un mínimo de 1.077 y un máximo de 1.0991 dólares por euro.
Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 23.1420 pesos por dólar, 1.2593 dólares por libra y en 1.0953 dólares por euro.
Gabriela Siller; PhD
Director de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE