El próximo Presidente de la República Mexicana no tendrá mucho margen para aumentar el gasto público, afirmó este miércoles Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, luego de concluir una comparecencia en el Senado.
«La realidad es que el mantener finanzas públicas sanas será un trabajo ineludible para cualquier gobierno hacia adelante, y ése es un punto que se va a tener muy en cuenta hacia adelante. México no es un país que tenga mucho espacio para expansiones fiscales, simplemente porque tenemos una base tributaria baja y eso no da mucho lugar para aumentos desproporcionados en el gasto», dijo.
Los gastos presupuestarios como porcentaje del PIB aumentaron de 25.2% en 2013 a 27% en 2015. Entre 2012 y 2015, el porcentaje representado por los gastos corrientes aumentó en 0.8 puntos porcentuales. Por su parte, los gastos no programables aumentaron en 0.7% del PIB durante este periodo.
«Diría que el País va a enfrentar presiones fiscales hacia adelante de manera inexorable, porque hay ciertos componentes del gasto que van a ir creciendo y que son ineludibles: gasto en pensiones, gasto en salud, en seguridad, en educación. Aun cuando el sector petrolero tenga un desempeño muy favorable, los ingresos petroleros no podrán ir creciendo a la misma velocidad que el PIB», agregó Carstens.
En México, la inversión del sector público en 2015 fue de 4.3% del PIB. El Gobierno federal ejecutó 2.4% del PIB, lo que equivale a 56% del total, mientras que las empresas públicas invirtieron 1.9% del PIB, alrededor de un 44% del total de la inversión.
Pemex aportó más del 90% del total invertido por las empresas públicas, equivalente a 1.7% del PIB.
La tasa de inversión pública del país se ha duplicado en el período 2000-2015, pasando de 2% del PIB a niveles superiores a 4% del PIB. Este incremento se debe principalmente al esfuerzo del Gobierno federal y de Pemex, que incrementaron su nivel de inversión más de 1 punto porcentual del PIB. En 2015 se observó una caída de la inversión pública, de 0.5 puntos porcentuales del PIB con relación al año anterior, debido principalmente al recorte de los planes de inversión de Pemex (0.4 puntos porcentuales del PIB).
“El escenario es complejo para el plan de mediano plazo impulsado por el Gobierno, que contempla potenciar la inversión del sector público hasta un 5.2% del PIB en 2020”, dijo la Comisión Económica para América Latina (Cepal) en un reciente reporte.