El sector externo no ha amortiguado la economía china como lo ha hecho en otras desaceleraciones, indicó un análisis del Congreso estadounidense.
A medida que la economía de la República Popular China se ha vinculado cada vez más con la economía global, China se ve afectada en varios aspectos por las crisis y recesiones de las principales economías del mundo.
Las exportaciones de bienes y servicios de China aumentaron 7% en 2022 con respecto a 2021, lo que llevó el superávit comercial mundial de China a un récord de 877,600 millones de dólares.
Luego, el comercio creció 0.4% en los primeros siete meses de 2023.
China busca impulsar las exportaciones en sectores como el de los vehículos eléctricos que enfrentan un exceso de capacidad.
Un brote de peste porcina africana en 2018 diezmó la cabaña porcina de China, y una mala cosecha de trigo y bajos rendimientos de soja han elevado el papel del comercio para llenar los vacíos de producción.
La coerción de China sobre los proveedores extranjeros exacerbó su escasez de cereales y energía en 2021.
Desde finales de 2022, China ha aumentado las importaciones de cereales, petróleo y gas, incluso desde Estados Unidos y Rusia.
Sector externo
Además de destacar los anteriores hechos, el análisis del Congreso estadounidense señala que el endurecimiento político y económico y la coerción económica de China, así como los controles de tecnología extranjera sobre China, han alimentado una sensación de riesgo en el mercado chino, lo que ha llevado a algunas empresas a migrar partes de las cadenas de suministro fuera de ese país.
Ha habido períodos de grandes salidas de capital de China en 2022 y 2023. Beijing ha utilizado la óptica de las visitas de directores ejecutivos y las inversiones en sectores clave (por ejemplo, biotecnología y semiconductores) para tratar de impulsar la confianza del mercado.
Sin embargo, el mismo análisis expone que la incursión del gobierno en empresas extranjeras de investigación de mercados y los esfuerzos por restringir los comentarios económicos negativos “han fomentado un enfriamiento de los negocios y aumentado la sensación de riesgos en el mercado chino”.
Bienes raíces
El gobierno chino ha introducido progresivamente medidas políticas que ayudaron a aumentar la liquidez y la oferta de crédito al sector inmobiliario comercial de China continental.
Una recuperación de la demanda interna china de bienes raíces residenciales y una mejora en la confianza de los clientes son avances necesarios para respaldar la salud actual del sector.
De acuerdo con HSBC Holdings, hay algunos signos tempranos, pero crecientes, de estabilización en los volúmenes y precios de las transacciones inmobiliarias en China continental, pero los beneficios de los acontecimientos positivos parecen estar favoreciendo a las empresas estatales y a las empresas privadas más fuertes del sector.
Esta empresa continúa siguiendo de cerca el sector, en particular el riesgo de impagos del sector inmobiliario y solicitudes de prórroga de pagos, junto con el impacto asociado en el sentimiento del mercado.
HSBC espera que la reestructuración del sector inmobiliario comercial de China y la resolución de los impactos sean prolongadas.
Simultáneamente, la relación entre China y varios países, incluidos el Reino Unido y Estados Unidos, sigue siendo compleja. Reino Unido, Estados Unidos, la UE y otros países han impuesto diversas sanciones y restricciones comerciales a personas y empresas chinas.
En respuesta, China impuso sanciones e introdujo nuevas leyes y restricciones comerciales.