El gobierno de Estados Unidos detalló el uso de glifosato en la producción de maíz en su nación, como parte de la información que entregó en un panel de solución de controversias con México.
Difundido públicamente el 20 de diciembre pasado, el panel se centró sobre todo en restricciones a las importaciones mexicanas de maíz transgénico originario de Estados Unidos.
El panel concluyó que estas restricciones violan el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Uso de glifosato en la producción de maíz
En respuesta a la pregunta del panel sobre la disponibilidad de datos que identifiquen el porcentaje de maíz transgénico tratado con glifosato, Estados Unidos proporcionó la siguiente información sobre el uso de herbicidas en el cultivo de maíz desde 2017 hasta 2021:
- 90% de la superficie de maíz en Estados Unidos se sembró con variedades de maíz tolerantes a herbicidas (es decir, variedades transgénicas).
- El 10% restante se sembró con variedades de maíz no tolerantes a herbicidas.
Sobre el uso específico de glifosato:
- Aproximadamente 80% de la superficie de maíz tolerante a herbicidas se trató con glifosato anualmente.
- Alrededor de 15% de la superficie de maíz no tolerante a herbicidas también se trató con glifosato anualmente.
Por lo tanto, si se calcula el impacto general sobre la superficie de maíz total:
- El 73.5% de la superficie total de maíz (suma del 90% de maíz tolerante a herbicidas y el 10% de maíz no tolerante) se trató con glifosato anualmente.
- Un 18% de toda la superficie de maíz estuvo dedicada a variedades tolerantes a herbicidas que no fueron tratadas con glifosato.
Esta información resalta el alto uso de glifosato en el maíz tolerante a herbicidas en Estados Unidos y la proporción significativa de la superficie de maíz que no recibe tratamiento con este herbicida a pesar de ser cultivado con variedades transgénicas.
El glifosato y la ciencia
La respuesta de Estados Unidos sobre la cuestión de los residuos de glifosato en los productos de maíz procesado refleja una posición en la que se hace referencia a estudios científicos existentes, algunos de los cuales datan de la década de 1990.
Según estos estudios, se concluyó que los residuos de glifosato no se concentran en los productos de maíz procesado, un hallazgo que, según Estados Unidos, está respaldado por los enfoques tanto del gobierno estadounidense como de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
En consecuencia, Estados Unidos sostiene que existe suficiente evidencia científica para rechazar las sugerencias de México de que este es un «espacio inexplorado», es decir, un área en la que aún no se ha realizado suficiente investigación.
Por otro lado, el gobierno de México, a través del Decreto sobre el Maíz de febrero de 2023, estableció un cronograma para la eliminación gradual del uso de glifosato, con la meta de prohibir el uso de glifosato para abril de 2024. Esta prohibición también incluía la restricción de importaciones de productos que contuvieran glifosato.
Sin embargo, el 26 de marzo de 2024, antes de que la prohibición entrara en vigor, el gobierno mexicano, a través de un comunicado conjunto de varias secretarías y agencias (Secretarías de Economía, SADER, SEMARNAT, y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios – COFEPRIS), pospuso la entrada en vigor de la prohibición.
La razón de esta postergación fue la necesidad de encontrar una alternativa viable para reemplazar el glifosato, lo que permitió que las importaciones de glifosato siguieran permitidas bajo un sistema de cupos asignados a las empresas importadoras.