Las fusiones y adquisiciones se han convertido en una importante herramienta para la internacionalización de las empresas chinas, concluyó un análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Si bien la Inversión Extranjera Directa (IED) de China en Estados Unidos y Europa viene creciendo desde 2011, en 2016 experimentó un aumento del 130%: pasó de 41,000 millones de dólares en 2015 a 94,000 millones ese año, lo que supone cerca del 51% del total de los flujos de salida de IED de la economía china.
El monto total hubiera sido aún más elevado de no haber sido por el bloqueo por parte de las autoridades antimonopolio de Estados Unidos y de la Unión Europea de la compra de la empresa suiza de agroquímicos y semillas Syngenta por ChemChina en 2016. En junio de 2017 la transacción fue aprobada por un valor de 44,000 millones de dólares.
Según la Cepal, la gran mayoría de los flujos de China hacia esas dos regiones se realizó mediante fusiones y adquisiciones, una herramienta importante para poder adquirir rápidamente conocimientos, capacidades tecnológicas, marcas, una base de clientes y acceso a mercados, lo que implicaría más tiempo y dificultad si las firmas compradoras tuvieran que desarrollarlos internamente.
En efecto, en los últimos cinco años se ha incrementado el interés de las firmas chinas hacia Estados Unidos.
Entre 2010 y 2016, la compra de firmas estadounidenses aumentó del 5.4% al 28.6% del total de las adquisiciones realizadas por transnacionales chinas; ese último año, las empresas estadounidenses solo realizaron el 4.9% de sus fusiones y adquisiciones en China.
En 2016, las firmas chinas realizaron importantes adquisiciones en los sectores de hardware y electrónica de consumo, bienes raíces y la industria del espectáculo de los Estados Unidos.
Los dos primeros casos corresponden a la compra del fabricante de impresoras Lexmark International por parte de Apex Technology por 3,600 millones de dólares y de la empresa de electrodomésticos GE Appliances (históricamente una de las marcas más importantes de los Estados Unidos) por parte de Haier por valor de 5,600 millones.