Cinco de las seis empresas acereras de Estados Unidos monitoreadas por el Departamento de Comercio reportaron ganancias netas trimestrales de octubre a diciembre de 2017.
Nucor obtuvo la mayor ganancia neta trimestral, de 383.9 millones de dólares, seguida por Steel Dynamics (305 millones), US Steel (159 millones), Carpenter Technology (92.1 millones) y Commercial Metals Company (36.8 millones). AK Steel registró una pérdida neta de 107.9 millones de dólares.
La industria siderúrgica de Estados Unidos acumuló un ingreso neto combinado de 869 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2017.
Desde el primer trimestre de 2009, el grupo de empresas siderúrgicas monitoreado ha informado colectivamente ganancias netas durante 22 trimestres. Las cifras trimestrales agregadas del grupo están significativamente por debajo de los niveles de rendimiento desde 2004 hasta mediados de 2008.
Los últimos resultados de esas seis empresas ocurren luego de que el Departamento de Comercio diagnosticara el año pasado que el aumento en los niveles de las importaciones de acero mermó la salud financiera de la industria siderúrgica de Estados Unidos.
Según el gobierno estadounidense, años de funcionamiento con bajos márgenes de ganancias o pérdidas han debilitado una industria que continúa enfrentando una ola cada vez mayor de importaciones de acero.
La industria estadounidense, en general, ha operado en promedio con ingresos netos negativos de 2009 a 2016. El ingreso neto de las siderúrgicas de propiedad estadounidense ha promediado solo 162 millones de dólares anuales desde 2010, desafiando la viabilidad financiera de esta industria vital, añadió el Departamento de Comercio.
La Stern School of Business de la Universidad de Nueva York calcula que los participantes de la industria del acero de Estados Unidos en los últimos cinco años experimentaron ingresos netos negativos del 17.8%. Su crecimiento acumulado de los ingresos de los últimos cinco años ha sido 7% negativo.
La pérdida de ingresos ha provocado que los fabricantes estadounidenses de acero, grandes y pequeños, difieran o eliminen inversiones de capital de las instalaciones de producción y los fondos para investigación y desarrollo.
Cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, difundió que establecería impuestos de 25% a las importaciones estadounidenses de acero y de 10% a las de aluminio, manifestó que las industrias de ese sector de su país habían sido «devastadas por prácticas agresivas de comercio exterior», describiendo las consecuencias como «fábricas que se pudrieron» y «comunidades prósperas convertidas en pueblos fantasmas».