Estados Unidos dio un mensaje a México sobre el papel y la regulación de las empresas estatales chinas.
Ya este asunto se incluyó en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pero podría volverse a discutir en el contexto de la revisión de este acuerdo comercial programada para 2026, un proceso que comenzará en 2025.
Al respecto, Katherine Tai, titular de la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR), hizo un comentario en Brasil el 23 de octubre pasado. Y la semana pasada, el subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez, abordó el mismo tema en una reunión con la asesora principal de la USTR, Cara Morrow, en Washington.
En su diálogo con Gutiérrez, Morrow instó a México a trabajar con Estados Unidos y Canadá para abordar una “amplia y cambiante gama de políticas y prácticas no basadas en el mercado”.
Empresas estatales chinas
El T-MEC incluye medidas específicas para contrarrestar los subsidios y prácticas no comerciales que pueden afectar a trabajadores y empresas en América del Norte. El acuerdo también contiene un capítulo enfocado en las prácticas cambiarias desleales. Además, establece reglas para controlar distorsiones comerciales causadas por empresas estatales y obliga a cada Parte del T-MEC a ser transparente en futuras negociaciones comerciales con economías no comerciales.
Morrow, en particular, expresó a Gutiérrez sus inquietudes sobre las empresas estatales chinas y el sector automotriz.
México, Estados Unidos y Canadá realizarán la primera revisión del T-MEC en 2026. Esto sucederá en un momento crítico de transición hacia vehículos eléctricos y autónomos. Durante esta fase, las empresas y los gobiernos buscan fortalecer sus cadenas de valor. Así, intentan evitar disrupciones logísticas y asegurar la provisión de recursos esenciales en medio de una competencia regional creciente.
Empresa y Estado
La Secretaría de Economía anunció que el diálogo para revisar el T-MEC comenzó con la reunión entre Gutiérrez y Morrow.
Por otro lado, en Brasil, Tai destacó que a Estados Unidos le preocupa la inversión de empresas estatales chinas en el sector automotriz mexicano. Tai enfatizó: “Si un fabricante chino de automóviles produce en México, nos importa quién trabaja en esas fábricas, qué normas laborales se aplican, cuál es el impacto ambiental y, principalmente, si existe una conexión clara entre la empresa y el Estado”.