Compañías europeas han trasladado fábricas y líneas de producción de Europa a China para evitar los nuevos aranceles estadounidenses, informó el martes la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China.

Las empresas «están cambiando sus cadenas de suministro» para que los ciertos bienes exportados al mercado estadounidense no sean producidos en China.

También puso como un botón de muestra que una empresa trasladó el ensamblaje de sus productos a una unidad recién creada en Estados Unidos.

“(Las tarifas) «golpearon inmediatamente los resultados financieros» de las empresas que dependen del libre comercio, dijo Mats Harborn, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China.

En contraparte, la empresa estadounidense Tesla y la alemana BASF anunciaron el establecimiento de nuevas mega-empresas en China para la producción autos eléctricos y petroquímicos, respectivamente.

Tesla informó este martes que construirá en Shangai su primera fábrica de autos eléctricos fuera de Estados Unidos, que además será la primera empresa de propiedad exclusivamente extranjera en China.

Tesla detalló la producción de autos en China comenzará dos o tres años después de obtener los permisos respectivos y, con el tiempo, alcanzará una producción de 500,000 vehículos al año.

Tesla comenzó a exportar autos de Estados Unidos a China en 2014, pagando un arancel de 15%. Pero con la guerra comercial entre China y Estados Unidos, Tesla se vio afectada desde este viernes con un arancel adicional de 25% para introducir sus vehículos al mercado chino.

Por otra parte, el grupo químico alemán BASF anunció el lunes que llegó a un acuerdo para construir una planta petroquímica de 10,000 millones de dólares en la sureña ciudad china de Guangdong.

Estos anuncios de inversión ocurren mientras China y Estados Unidos han comenzado una guerra comercial, aplicándose mutuamente aranceles a su comercio bilateral por 37,000 millones de dólares hasta el momento cada uno y con la perspectiva de escalar más sus restricciones comerciales.

«Hemos visto más progresos que en cualquier otro período de 18 meses desde la adhesión a la OMC» en 2001, dijo Harborn. «Pero lo triste es que no sabremos si China está haciendo esto debido a la presión externa o porque necesita las reformas para su propia economía doméstica».