La empresa Equinor aumentó sus inversiones en 2022 tanto en su país, Noruega, como en el extranjero para suministrar gas a Europa, entre otros objetivos.
En el año pasado, los gastos de capital e inversiones de la compañía fueron de 8,611 millones de dólares, un aumento de 5.6% respecto a 2021.
Equinor es una empresa energética, el mayor operador de petróleo y gas de Noruega, uno de los mayores operadores offshore del mundo y una fuerza creciente en energías renovables y soluciones bajas en carbono.
La empresa está presente en unos 30 países con aproximadamente 22,000 empleados.
Gastos de capital, definidos como adicionales a propiedad, planta y equipo, intangibles e inversiones contabilizadas por el método de la participación, ascendieron a 10,000 millones de dólares en 2022 y a 8,500 millones de en 2021.
Hacia adelante, Equinor proyecta gastos de capital orgánico de entre 10,000 y 11,000 millones de dólares para 2023 y una media anual de unos 13,000 millones de dólares para el periodo 2024-20263.
¿Qué son los gastos de capital orgánicos? Son los gastos de capital excluidas las adquisiciones, los activos de arrendamiento reconocidos y otras inversiones con patrones de flujo de caja significativamente diferentes.
Los gastos de capital orgánicos son una medida que Equinor considera que ofrece información relevante sobre las inversiones de Equinor en mantenimiento y desarrollo de los activos de la empresa.
Equinor
En 2022, la empresa se excluyó un total de 1,900 millones de dólares en los gastos de capital orgánicos.
Entre las partidas excluidas estaban las adiciones de activos de derecho de uso relacionados con arrendamientos y la adquisición de Triton Power en el Reino Unido, determinadas acciones de la licencia Statfjord y el desarrollador de almacenamiento en baterías East Point Energy, con sede en Estados Unidos, lo que dio como resultado unos gastos de capital orgánicos de 8,100 millones de dólares.
En Noruega, una parte sustancial de los gastos de capital de 2023 se destinará a proyectos de desarrollo en curso, como Johan Castberg y Breidablikk, y a yacimientos con decisiones de inversión definitivas en los que se han presentado planes de desarrollo y explotación, como Munin (antes Krafla), Halten Øst e Irpa.
Además, se invertirá en ampliaciones, modificaciones y mejoras de los yacimientos actualmente en producción.
A escala internacional, la empresa estima que una parte sustancial de los gastos de capital de 2023 se destinará a proyectos de desarrollo en curso y previstos, como el yacimiento de Bacalhau en Brasil y las actividades offshore y onshore no operadas en Estados Unidos.