La escasez de semiconductores pudo afectar al crecimiento del PIB de México en 2021 en aproximadamente 1.3 puntos porcentuales, destacó un miembro de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
Por el lado de la oferta, la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno resaltó la debilidad de la producción industrial.
Precisó que la construcción exhibe un desempeño deficiente y que las manufacturas siguen mostrando debilidad.
Uno de ellos apuntó que éstas se han apoyado principalmente en la industria automotriz y que se espera un avance modesto en la solución de los problemas de desabasto en este sector durante 2022.
Al respecto y como un ejemplo, la empresa Stellantis experimentó una pérdida de aproximadamente 20% de su producción planificada global para 2021 como resultado de pedidos de semiconductores sin completar.
También Stellantis experimentó un aumento significativo en el costo de las materias primas que se mitigó parcialmente con las sinergias de fusión y la escasez de ciertos componentes clave en 2021, pero no experimentó ninguna pérdida importante de producción como resultado de la escasez de materiales o piezas.
Semiconductores
Por lo regular, Stellantis obtiene algunos de sus sistemas, componentes, piezas, equipos y herramientas de un solo proveedor o de un número limitado de proveedores.
Al igual que con los pedidos de semiconductores sin completar en 2021, Stellantis corre el riesgo de sufrir retrasos en la producción y pérdida de producción si algún proveedor no entrega los bienes y servicios a tiempo.
Además, aunque recientemente la empresa celebró varios acuerdos importantes con proveedores de baterías y materias primas, a medida que implementamos su estrategia de electrificación de vehículos, también aumentará su dependencia de un suministro significativo de componentes de baterías y materias primas relacionadas.
La producción industrial de Estados Unidos se contrajo 0.1% a tasa mensual en diciembre, luego de expandirse 0.7% en noviembre.
Dicha moderación reflejó una contracción de 1.5% en la generación de gas y electricidad y de 0.3% en la actividad manufacturera, misma que se explica en gran medida por el descenso de la producción automotriz, la cual siguió resintiendo los efectos de los cuellos de botella y la escasez de semiconductores.
Lo anterior se vio contrarrestado por la expansión de 2% en la minería, que reflejó principalmente las ganancias en el sector del petróleo y el gas.
El índice de gerentes de compras del sector manufacturero sugiere que este sector mantendrá su recuperación, si bien se espera que continué limitado por la persistencia de cuellos de botella, los elevados costos de los insumos y la escasez de mano de obra.
