España tiene una menor dependencia de Rusia frente al promedio de los países de la Unión Europea, destaca un informe de la Comisión Europea.
En conjunto, sólo 0.3% del valor añadido de la economía española depende de la demanda final rusa (frente a 0.6% de la UE27).
También la parte del valor añadido ruso es limitada en la demanda final española, aunque es relevante para los productos combustibles.
El número de turistas rusos había aumentado significativamente antes de la pandemia, sobre todo en ciertas partes de la costa mediterránea, pero todavía representan una pequeña parte en general.
Al mismo tiempo, el stock de inversión extranjera directa por parte de Rusia es insignificante, mientras que la presencia de empresas españolas en esos países se limita a unas pocas excepciones en actividades de infraestructuras y comercio minorista
En general, según la Comisión Europea, la exposición económica directa a Rusia y Ucrania es limitada y menor que la de otros Estados miembros. Las dependencias comerciales y las interrelaciones de la cadena de valor con Rusia y Ucrania son pequeñas y se limitan a una serie de sectores.
Dependencia
En concreto, en comparación con otros productos, tanto los valores comercializados como las cuotas en el total de las importaciones españolas de bienes son significativos para el petróleo y el gas rusos (aunque inferiores a la media de la UE), y para los cereales y el aceite de girasol ucranianos.
Por otro lado, la reducción de la posición deudora neta exterior de España se detuvo en el primer semestre de 2020, debido principalmente a la contracción del PIB, pero se reanudó en 2021.
La Comisión Europea espera que el superávit por cuenta corriente se amplíe en los próximos años gracias a la normalización gradual del turismo internacional que se inició en el segundo semestre de 2021.
Junto con la recuperación del PIB, proyecta que esto contribuya a un descenso de la posición de inversión internacional neta (PIIN).
El fuerte deterioro de la cuota de mercado de las exportaciones en 2020 y principios de 2021 refleja la dependencia del turismo de la economía española.
Además, la Comisión Europea estima que la cuota de mercado de las exportaciones se recupere en los próximos años gracias a la normalización gradual de los viajes internacionales.
La reducción decisiva de los grandes pasivos exteriores de España requiere el mantenimiento de superávits por cuenta corriente durante un largo período de tiempo.
La combinación de reformas e inversiones previstas y en curso de aplicación en una serie de ámbitos en el marco del Plan de Recuperación y Resistencia tiene el potencial de aumentar aún más la competitividad del sector empresarial y las exportaciones de España.