Estados Unidos abasteció 73% de las importaciones mexicanas de productos lácteos en 2016, de acuerdo con la Federación Nacional de Productores de Leche (NMPF, por su sigla en inglés).

El año pasado, Estados Unidos envió productos lácteos por valor de 1,200 millones de dólares a México, por encima de los 124 millones de dólares en 1995.

“Tenemos que agradecer al TLCAN. México es ahora nuestro mayor cliente de exportación, por mucho. Exportamos casi el doble a México en valor que a nuestro próximo mercado extranjero. Las ventas a China, nuestro tercer mercado de exportación más grande, tendrían que triplicarse aproximadamente para igualar nuestras ventas actuales a México, demostrando lo insustituible que es el mercado mexicano”, dijo Shawna Morris, vicepresidenta del Consejo de Exportación de Productos Lácteos de Estados Unidos.

Antes de que el TLCAN y antes de que México se uniera al predecesor de la OMC (el GATT), las únicas exportaciones estadounidenses lácteas a México fueron algunos envíos de leche en polvo sin grasa para programas gubernamentales de alimentación y un pequeño número de reproductores de ganado.

“El TLCAN ha sido la fuerza impulsora de este notable crecimiento y es la razón por la cual nuestra participación en las importaciones totales de productos lácteos en México es de 73% hoy”, agregó Morris.

Las exportaciones estadounidenses totales de productos lácteos apoyan unos 100,000 empleos en Estados Unidos y las dirigidas a México respaldan aproximadamente una cuarta parte de ellos.

“Por lo tanto, la preservación de esas ventas es esencial no sólo para los agricultores, sino también para los trabajadores de las empresas que suministran insumos y servicios, y para las empresas de procesamiento de aguas, así como para las ciudades con grandes instalaciones portuarias altamente dependientes del comercio. Esos trabajos están virtualmente en cada estado en el país”, concluyó Morris, en un posicionamiento dirigido al gobierno del presidente Donald Trump.