Estados Unidos aplica aranceles de la Sección 232 a las importaciones de acero y aluminio de diversos países por 40,000 millones de dólares.

La Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 permite al Presidente tomar medidas para ajustar las importaciones de productos que el Departamento de Comercio considera que amenazan con perjudicar la seguridad nacional de Estados Unidos.

Las preocupaciones sobre el déficit comercial de Estados Unidos y las prácticas comerciales de los socios comerciales han sido un foco de atención de la Administración Trump.

En 2017, las importaciones estadounidenses de productos de acero y aluminio cubiertos por las tarifas de la Sección 232 ascendieron a 29,000 millones y 17,400 millones de dólares, respectivamente. Durante la última década, las importaciones de acero, por valor, han fluctuado significativamente, mientras que las importaciones de aluminio han aumentado constantemente.

En general, se esperaría que los aranceles beneficiarán a las industrias nacionales de acero y aluminio, lo que conduciría a una posible expansión de la producción en esos sectores; al mismo tiempo, afectarían potencial y negativamente a los consumidores y las industrias domésticas posteriores (por ejemplo, fabricación y construcción) a través de mayores costos.

Aranceles

Citando estas preocupaciones, el Presidente ha impuesto aranceles bajo tres leyes estadounidenses que permiten a la Administración establecer restricciones comerciales basadas en ciertos criterios de manera unilateral: la Sección 201, sobre importaciones estadounidenses de lavadoras y productos solares; la Sección 232, sobre las importaciones de acero y aluminio en Estados Unidos, y potencialmente automóviles y uranio, y la Sección 301 sobre las importaciones estadounidenses desde China.

Varios socios comerciales de Estados Unidos, incluidos Canadá, China, México y la Unión Europea, han iniciado un procedimiento de solución de diferencias e impuesto aranceles de represalia en respuesta.

Algunos fabricantes de Estados Unidos han anunciado planes de trasladar la producción a otros países para evitar los aranceles a las exportaciones estadounidenses.

El acceso al mercado perdido resultante de los aranceles de represalia puede agravar las preocupaciones planteadas por muchos exportadores estadounidenses de que Estados Unidos enfrenta cada vez más aranceles que algunos competidores en mercados extranjeros, mientras otros países proceden con acuerdos de liberalización comercial que eliminan aranceles, como el Tratado de Libre Comercio Unión Europea-Japón firmado recientemente.

Estados Unidos

Los efectos negativos podrían crecer si continúa un proceso de represalia de golpe por golpe y aumenta la escala del comercio afectada.

Por ejemplo, en respuesta a las represalias de China contra aranceles de la Sección 301 de Estados Unidos, la Representación Comercial de la Casa Blanca ha propuesto aranceles de contraataque que cubren 200,000 millones de dólares adicionales de importaciones estadounidenses, duplicando la cobertura arancelaria actual.

Las acciones adicionales de la Administración podrían generar efectos comerciales considerablemente mayores. El 23 de marzo de 2018, el Departamento de Comercio inició una nueva investigación de la Sección 232 sobre las importaciones de autos y autopartes en los Estados Unidos.

Los vehículos de motor y sus partes representaron 361,000 millones de dólares de las importaciones de Estados Unidos.