Estados Unidos captó 89,300 millones de dólares de inversiones en la industria automotriz entre 2009 y el primer trimestre de 2018, de acuerdo con datos del Centro para la Investigación Automotriz de Estados Unidos (CAR, por su sigla en inglés), referidos por el Congreso de Michigan.
Durante ese mismo periodo, México recibió inversiones en ese sector por 24,800 millones de dólares, mientras que Canadá obtuvo un monto de 7,100 millones de dólares.
En forma desglosada, la zona de los Grandes Lagos del lado de Estados Unidos captó flujos de inversión por 56,300 millones de dólares y, al interior de esta región, Michigan registró 28,100 millones de dólares.
Solo en los últimos cinco años, FCA US, Ford y General Motors han anunciado inversiones de más de 35,000 millones de dólares en sus ensambladoras, plantas de transmisión y motores, laboratorios de investigación y desarrollo (I+D), oficinas centrales, oficinas administrativas y otras infraestructuras que los conecta y los respalda.
A nivel mundial, FCA, Ford y General Motors, en conjunto, invierten más de 18,000 millones de dólares en I+D cada año. Cada una de esas empresas por sí sola gasta más en I+D que algunas de las compañías de tecnología más famosas del mundo.
Proporcionalmente, el mayor crecimiento reciente en el mercado automotriz norteamericano ocurrió en buena medida en México (un país que prácticamente no tiene empresas ensambladoras con capital mexicano), que ahora representa aproximadamente 20% de la producción total de vehículos a nivel continental.
En general, las inversiones recientes en plantas de ensamblaje de Estados Unidos y Canadá han implicado la modernización o expansión de las instalaciones existentes, mientras que México ha visto nuevas plantas de ensamblaje.
Con el TLCAN, la fabricación norteamericana de vehículos automotores ha llegado a ser altamente integrada, y los principales fabricantes de automóviles de Asia y Europa están construyendo sus propias cadenas de suministro dentro de la región.
La ubicación estratégica de México y su red de acuerdos de libre comercio con 46 países fomentan al país como una plataforma de exportación competitiva para la industria automotriz. El 80% de la producción de vehículos de México tenía mercados extranjeros como destino final.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) eliminó los decretos automotrices restrictivos de México, que durante muchos años impusieron aranceles de importación elevados y restricciones de inversión en el sector automotriz de México, y abrió el sector mexicano de vehículos de motor para comerciar e invertir con los Estados Unidos.
