El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea proponer aranceles del 25% a importaciones de bienes chinos valorados en 200,000 millones de dólares tras haberlos establecidos inicialmente en un 10 por ciento, informó la agencia Reuters.
El 10 de julio, Estados Unidos publicó una lista de productos importados de China por 200,000 millones de dólares anuales a los que les impondría un arancel de 10%, como resultado de las represalias comerciales establecidas por el gobierno del presidente chino, Xi Jinping, sobre mercancías estadounidenses.
La Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés) publicó la lista de bienes y estableció un cronograma para una audiencia pública y comentarios que finalizan el 30 de agosto antes de que se impongan las tarifas, en una fecha por definir.
Entre los productos enlistados están algunos tipos de carne de cero y de bovino, pescados, crustáceos, mantequilla, huevos, hortalizas, frutas, cereales, alimentos, minerales, químicos, telas, prendas de vestir, metales, máquinas y autopartes.
“Como resultado de las represalias de China y la falta de cambio en sus prácticas, el presidente (Donald Trump) ordenó a la USTR comenzar el proceso de imponer aranceles de 10% sobre 200,000 millones de dólares adicionales de importaciones chinas», dijo entonces Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, en un comunicado.
«Esta es una respuesta apropiada bajo la autoridad de la Sección 301 para lograr la eliminación de las políticas industriales dañinas de China», aseveró.
El 22 de marzo, la USTR dio a conocer los resultados de una investigación de la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 sobre las prácticas del gobierno chino con respecto a la transferencia de tecnología y la propiedad intelectual.
El informe detalla cuatro métodos que el gobierno chino usa para avanzar injustamente sus objetivos de política industrial: transferencia forzada de propiedad intelectual o tecnología; restricciones de licencia discriminatorias; adquisición de tecnología y activos coordinados o respaldados por el Estado; y uso de intrusiones cibernéticas para obtener acceso no autorizado a información corporativa confidencial.
Consecuentemente, Estados Unidos impuso aranceles a principios de julio a productos importados chinos por un valor de 36,000 millones de dólares, a lo que China replicó con medidas equivalentes, comenzando una guerra comercial entre las dos principales potencias económicas del mundo.
Trump informó que aplicará impuestos a la importación por otros 14,000 millones de dólares a bienes chinos próximamente, para sumar 50,000 millones de dólares.
Adicionalmente, Trump advirtió entonces que si China respondía con represalias a Estados Unidos (lo que ocurrió así) fijaría más aranceles sobre productos importados chinos, primero por 200,000 millones de dólares y luego por otros 300,000 millones de dólares.