La Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) notificó el martes al Congreso de su país su intención de iniciar negociaciones comerciales con Japón.
A finales de septiembre pasado, esa nación asiática acordó iniciar negociaciones comerciales con Estados Unidos, a condición de que no se le incluya en los nuevos aranceles que el presidente Donald Trump ha amenazado con imponer a las importaciones de autos y autopartes.
A principios de marzo, Japón con otros 10 países, sin incluir a Estados Unidos, firmó el Acuerdo Integral y Progresivo para la Asociación Transpacífico (CPTPP, por su sigla en inglés).
En 2017, Estados Unidos exportó 115,000 millones de dólares en bienes y servicios a Japón e importó 171,000 millones.
Sin embargo, durante la última década, la importancia relativa de Japón en el comercio de Estados Unidos ha disminuido con el aumento de China.
Japón es la segunda fuente más grande de Inversión Extranjera Directa (IED) de Estados Unidos, detrás del Reino Unido.
En 2017, los Estados Unidos tenían un déficit comercial bilateral (bienes y servicios) con Japón de 56,000 millones de dólares, que la Administración Trump señala como una preocupación.
Con un déficit de alrededor de 50,000 millones de dólares, los vehículos y sus partes impulsan esencialmente el déficit comercial de bienes de Estados Unidos con la economía nipona (alrededor de 70,000 millones).
Históricamente, el comercio de vehículos y partes de automóviles ha sido una fuente de fricciones comerciales bilaterales, en particular las preocupaciones sobre el acceso de Estados Unidos al mercado japonés para estos y otros productos.
Al mismo tiempo, Japón es una fuente clave de inversión que respalda la producción de vehículos de motor y piezas en Estados Unidos.
Japón y el CPTPP
El representante comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer, reconoció en un reciente testimonio que, a pesar del interés expresado por la Administración Trump, puede que no sea el «momento adecuado» para una negociación de TLC con Japón, dada la preocupación japonesa por la implementación de CPTPP.
Al mismo tiempo, algunos miembros del Congreso estadounidense han pedido a la Administración que cumpla con su compromiso de negociar nuevos acuerdos comerciales, incluso con Japón.
A través de una carta enviada al Congreso, la notificación representa el primer paso dentro de la legislación de la Autoridad de Promoción Comercial (TPA, por su sigla en inglés) para poder llevar a cabo un proceso legislativo acelerado.
La carta permite que el gobierno estadounidense comience las conversaciones dentro de los siguientes 90 días.
El objetivo de las negociaciones es «abordar las barreras arancelarias y no arancelarias y lograr un comercio más justo y equilibrado».