La Cámara de Comercio de Estados Unidos (US Chamber) alertó que la posible alza unilateral de aranceles a las importaciones estadounidenses de autos podría derivar en una guerra comercial con la lógica de la Ley del Talión.

El miércoles, el Departamento de Comercio informó que iniciará una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 para determinar si las importaciones de vehículos y piezas de automóviles dañan la seguridad nacional.

«Las autoridades de la Sección 232 del presidente no deben ser abusadas de esta manera, y al hacerlo solo alienta a otras naciones a hacer lo mismo”, dijo Thomas J. Donohue, presidente y director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

En un comunicado de prensa, indicó que su agrupación se opone a la amenaza de la administración de imponer aranceles a las importaciones de automóviles en nombre de la seguridad nacional. Si se lleva a cabo esta propuesta, advirtió, sería un golpe para la industria que pretende proteger y que amenazaría con encender una guerra comercial global.

«De hecho, la industria automotriz de Estados Unidos está prosperando como nunca antes. La producción se ha duplicado en la última década, exporta más que cualquier otra industria, y emplea a casi 50% más estadounidenses que en 2011. Estas tarifas corren el riesgo de anular todo este progreso.

«Esto no se trata de seguridad nacional. La administración ya ha señalado que su verdadero objetivo es aprovechar esta amenaza arancelaria en las negociaciones comerciales con México, Canadá, Japón, la Unión Europea y Corea del Sur. Estos aliados proporcionan casi todas las importaciones estadounidenses de automóviles y se encuentran entre los socios más cercanos de Estados Unidos. Ni ellos ni estas importaciones ponen en peligro nuestra seguridad nacional de ninguna manera”, dijo.

Donohue consideró que la administración debería considerar los efectos que estas tarifas tendrían en los consumidores y las empresas estadounidenses, y revertir el rumbo.