El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, rechazó rotundamente una contrapropuesta de Canadá sobre reglas del origen del sector automotriz, aduciendo que generaría incluso menor contenido regional frente a los niveles actuales.

“Encontramos que la idea de las reglas de origen automotrices que se presentó, cuando se analiza, puede conducir a un contenido regional menor que el que tenemos ahora y menos empleos en Estados Unidos, Canadá y, probablemente, en México. Entonces esto es lo opuesto a lo que estamos tratando de hacer”, dijo en el cierre de la sexta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en Montreal, Canadá.

Estados Unidos pidió en la cuarta ronda de negociaciones que los automóviles importados por Estados Unidos desde México y Canadá tengan 50% de contenido estadounidense y 85% de contenido de los tres países, además de que se obligue al rastreo del origen del 100% de las piezas.

Lighthizer se quejó de que la propuesta canadiense era “enormemente vaga” y afirmó que podría facilitar el camino para el uso de más partes originarias de China y otras terceras naciones en autos producidos en América del Norte.

En lugar de simplemente contar las piezas mecánicas, la iniciativa canadiense contempla además la propiedad intelectual y las tecnologías emergentes en las normas de origen para los automóviles, lo que inflaría, desde su perspectiva, el porcentaje de contenido estadounidense dado el dominio de la investigación de Estados Unidos.

A su vez, Chrystia Freeland, ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, refutó las quejas de Lighthizer sobre la propuesta canadiense al señalar que había sido bien recibida por las compañías automotrices de Estados Unidos y Canadá.

Acuerdos como el TLCAN incluyen reglas de origen para garantizar que el transbordo y pequeños procesamientos de bienes producidos en gran parte en países no miembros de la región -como el simple montaje o reempaquetado- no se utilicen para eludir aranceles más altos.

«(La propuesta) incluye ideas para actualizar las reglas de origen del TLCAN para automóviles de forma que se atraigan nuevas inversiones a la industria de América del Norte, fomentando empleos con valor agregado, de investigación y desarrollo, automóviles eléctricos y autónomos de última generación y producción de acero y aluminio de América del Norte «, arguyó Freeland.

La Ministra canadiense criticó las propuestas iniciales de Estados Unidos sobre las reglas de origen y otros temas no convencionales en las negociaciones comerciales internacionales. «Deberíamos tenerlo claro: estas propuestas no tienen precedentes y, de alguna manera, representan un enfoque bastante diferente de cualquier otro que Canadá haya conocido antes, como nación comercial», refirió.

«No se trata de introducir una incertidumbre más o menos permanente en nuestro clima de inversión y negocios. No es para debilitar la competitividad de América del Norte, cuando deberíamos desarrollarla «, agregó Freeland.

Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, dijo que México no presentó una contrapropuesta en relación a las reglas de origen automotrices y que el gobierno y la industria mexicanos se enfocarán a analizar la iniciativa canadiense, para medirla y “ver cómo enriquecer lo que estamos haciendo”.