El Senado de Estados Unidos aprobó por unanimidad una ley que respalda las manifestaciones en Hong Kong y condiciona ventajas en el comercio internacional a esa economía asiática, lo que pone en riesgo las negociaciones comerciales con China.
La medida del Senado obliga al Departamento de Estado a certificar de manera anual si Hong Kong sigue manteniendo su autonomía del gobierno chino, lo que será necesario para conservar su estatus comercial preferencial.
Asimismo, el proyecto de ley brinda una fuerte declaración de apoyo a los manifestantes prodemocráticos de Hong Kong.
El proyecto de ley tuvo luz verde en el Congreso estadounidense justo cuando el presidente Donald Trump intenta cerrar su acuerdo comercial con China. La legislación amenaza el estado comercial especial de Hong Kong y las sanciones contra los funcionarios chinos.
Comercio internacional y China
El gobierno chino ha condenado la decisión del Senado estadounidense, acusándola de intervencionista y agregando que viola gravemente el derecho internacional.
Según el gobierno de China, están preparados para responder con represalias si la ley es ratificada por Trump.
Con lo anterior, se vuelve más difícil que los gobiernos de Estados Unidos y China avancen en las negociaciones comerciales tan esperadas por el mercado.
También el acuerdo “fase uno” se puso en duda por el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien dijo que será difícil lograr un acuerdo si sigue habiendo una respuesta violenta a las protestas en Hong Kong.
«Instamos a Estados Unidos a comprender la situación, detener su fechoría antes de que sea demasiado tarde e inmediatamente tomar medidas para evitar que este acto se convierta en ley», dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang, en un comunicado.
Pacto parcial
El 31 de octubre pasado, Trump informó que la “Fase 1”, un primer pacto comercial entre Estados Unidos y China, abarcará 60% de acuerdo total proyectado entre ambas potencias.
Estados Unidos y China acordaron el pasado 11 de octubre los lineamientos de un acuerdo comercial parcial, lo que implica el mayor avance en la guerra comercial de 19 meses que ha afectado a las economías de ambas naciones.
Entre los puntos convenidos, China aumentará significativamente las compras de productos agrícolas estadounidenses, tomará ciertas medidas de protección de propiedad intelectual y hará concesiones relacionadas con los servicios financieros y la moneda. A cambio, Estados Unidos retrasó un nuevo aumento de aranceles contra las importaciones chinas.