Estados Unidos encabezó las importaciones de productos farmacéuticos en el mundo en 2020, con adquisiciones por 139,518 millones de dólares.
Para este grupo de productos se trató de compras externas récord y un aumento de 8.8% interanual.
Entre los mayores proveedores de las importaciones de productos farmacéuticos de Estados Unidos se ubicaron: Irlanda (27,600 millones de dólares), Alemania (20,200 millones), Suiza (17,700 millones), Bélgica (10,200 millones) e India (8,400 millones).
A la inversa, Estados Unidos exportó productos farmacéuticos por un valor de 53,939 millones de dólares en 2020, un incremento de 1.6% anual.
La industria farmacéutica está compuesta por empresas dedicadas a la investigación, desarrollo, fabricación y distribución de medicamentos para uso humano o veterinario.
Entre los productos farmacéuticos más importados por Estados Unidos están los medicamentos para la venta al por menor, los productos inmunológicos, los antisueros y las vacunas.
En todo el planeta, los nuevos medicamentos tienen una enorme influencia positiva en la salud, la prosperidad y la productividad económica mundiales al salvar vidas, aumentar la esperanza de vida, reducir el sufrimiento, prevenir cirugías y acortar las estancias hospitalarias.
Así, los avances en la medicina han eliminado enfermedades mortales y han controlado otras condiciones potencialmente mortales.
Hoy en día, según el Departamento de Comercio, la terapia con medicamentos es una parte integral de casi todas las facetas de la atención médica, y los nuevos avances prometen revolucionar el tratamiento de las enfermedades no transmisibles.
Productos farmacéuticos
Asimismo, la industria farmacéutica es uno de los sectores más regulados del mundo.
Los medicamentos se evalúan por su seguridad, eficacia, calidad de fabricación, declaraciones de productos engañosas e incentivos ilícitos para elegir un medicamento en particular.
Según Pfizer, la industria de la salud de Estados Unidos está altamente regulada y sujeta a cambios frecuentes y sustanciales.
Las aprobaciones regulatorias de los productos dependen de una miríada de factores, incluido un regulador que determina si un producto es seguro y eficaz.
En el contexto de emergencias de salud pública como la pandemia de Covid-19, los reguladores evalúan varios factores y criterios para permitir potencialmente la autorización de comercialización en caso de emergencia.
Además, los datos de ensayos clínicos y otros productos están sujetos a diferentes interpretaciones y evaluaciones por parte de las autoridades reguladoras.