Los Estados Unidos son un importante productor y consumidor de recursos de energía primaria, y los adelantos tecnológicos en la producción nacional de petróleo y gas de esquisto han tenido un profundo efecto en los mercados mundiales de la energía en los 10 últimos años.
En julio de 2018, la producción de petróleo crudo de los Estados Unidos alcanzó 11 millones de barriles diarios por primera vez en la historia, y los Estados Unidos son actualmente un exportador neto de productos del petróleo y gas natural, según un informe de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Por lo que se refiere a la demanda, el consumo de energía primaria de los Estados Unidos se ha estabilizado, ya que la economía se ha ido volviendo cada vez más eficiente desde el punto de vista energético.
Petróleo y gas
El gas natural ha sustituido al carbón como principal recurso para la generación de electricidad, pero las centrales alimentadas con carbón siguen generando el 30% de la electricidad producida.
Aproximadamente, el 17% de la electricidad generada en 2017 en los Estados Unidos se produjo a partir de recursos energéticos renovables. Los Estados Unidos no han fijado un objetivo nacional en materia de energías renovables ni disponen de un mecanismo federal específico de ayuda.
Sin embargo, 29 estados y el Distrito de Columbia han adoptado normas relativas a la cartera de energías renovables («renewable portfolio standards») u objetivos vinculantes similares en este ámbito, y otros 8 estados (y 1 territorio) han fijado objetivos no vinculantes. Los estados aplican numerosas medidas para fomentar el desarrollo y la utilización de recursos energéticos renovables.
Consumo local
El 38% aproximadamente de los recursos energéticos primarios consumidos se utilizan para producir electricidad. La demanda correspondiente al sector del transporte, el segundo sector que más energía primaria consume, se satisface principalmente (en un 92%) con productos del petróleo.
Por último, las diferentes ramas de producción de los Estados Unidos utilizan una gran variedad de fuentes de energía, mientras que los hogares y los establecimientos comerciales consumen fundamentalmente electricidad, gas natural o líquidos de gas natural (como el propano) para la calefacción de espacios y la cocina.