En Estados Unidos se ha expresado una preocupación creciente sobre las implicaciones de seguridad nacional de Estados Unidos de la inversión de China y otros países en empresas de tecnología avanzada estadounidenses, según la Comisión Internacional de Comercio (USITC, por su sigla en inglés).
Como resultado, la Ley de Modernización de la Revisión del Riesgo de Inversión Extranjera de 2018 (FIRRMA, por su sigla en inglés) se aprobó con el objetivo declarado de proteger la tecnología estadounidense crítica y la propiedad intelectual de adquisiciones extranjeras dañinas.
La FIRRMA tiene la intención de modernizar las herramientas utilizadas para proteger la tecnología crítica de los Estados Unidos y fortalecer los mecanismos ya administrados por el Comité de Inversión Extranjera en los Estados Unidos (CFIUS, por su sigla en inglés).
Asimismo, la FIRRMA ha ordenado medidas de control de exportaciones ampliadas, que requieren un proceso entre agencias de Estados Unidos para identificar e imponer controles sobre la exportación de ciertas «tecnologías emergentes y fundamentales».
Inversión y geopolítica
A partir de 2018, la FIRRMA amplió el alcance de lo que el CFIUS puede investigar redefiniendo términos como «tecnologías críticas» y agregando ciertas transacciones nuevas, incluyendo bienes inmuebles (para propiedades cercanas a instilaciones militares), a lo que es revisable.
También modificó los procedimientos de revisión del CFIUS para aumentar el escrutinio de las inversiones originarias de países de especial preocupación.
Por último, requirió que el CFIUS tomara medidas específicas dentro de los plazos establecidos para ciertos programas y para informar los requisitos a varios comités del Congreso.
Estas revisiones de 2018 al CFIUS se consideran los cambios más completos realizados en el proceso de revisión de la inversión extranjera desde 2007.
La Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ahora está utilizando el mandato ampliado del CFIUS para abordar las preocupaciones sobre la inversión dirigida por el estado chino en tecnologías críticas.
Capitales en el mundo
Los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) global cayeron 13% en 2018, a 1.3 billones, según el Informe Mundial de Inversiones 2019, difundido este miércoles por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por su sigla en inglés).
El descenso, la tercera caída consecutiva de la IED, se debió principalmente a grandes repatriaciones de ganancias extranjeras acumuladas por parte de empresas multinacionales de Estados Unidos en los primeros dos trimestres de 2018, luego de las reformas fiscales introducidas a fines de 2017, y una compensación insuficiente por las tendencias al alza en la segunda mitad del año.
Otros factores fueron la política comercial del presidente Donald Trump, la intervención gubernamental y la incertidumbre por el Brexit.