La Unión Europea y Estados Unidos han impuesto restricciones a exportaciones de vacunas, destaca un artículo difundido por la UNCTAD.

En los últimos meses, la evolución de la economía global ha sido el resultado de un equilibrio entre dos fuerzas opuestas: el brutal impacto de la pandemia de Covid-19 y la respuesta masiva en forma de políticas económicas, tanto monetarias como fiscales.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la actividad global disminuyó 3.5% en 2020, una contracción mucho peor que durante la crisis financiera de 2008-2009 (-0.9 por ciento).

Dentro de ese contexto, está el papel que juegan y jugarán las vacunas contra el Covid-19.

Ya la Organización Mundial de la Salud advirtió sobre una nueva ola en África, donde las importaciones de vacunas se han ralentizado desde que India dejó de exportar.

Pero no es solo la India.

Otros países productores de vacunas como Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto restricciones a las exportaciones de vacunas y materias primas críticas necesarias para su producción.

De acuerdo con Ralf Peters y Divya Prabhakar, autores del artículo, esto es a pesar de haber acumulado más de 60% de las vacunas del mundo antes incluso de que fueran aprobadas para su uso.

Estos países desarrollados comprenden no más de 20% de la población mundial.

Exportaciones de vacunas

La producción de vacunas está muy concentrada, principalmente en un pequeño número de países de ingresos altos y medianos.

También las materias primas necesarias se importan de unos pocos países.

Por ejemplo, los dos principales exportadores de ingredientes clave son Estados Unidos y la Unión Europea, que representan la mitad de las exportaciones totales, seguidos por Reino Unido, Japón y China, con participaciones significativamente menores.

Esto implica que las restricciones a las exportaciones de vacunas u otras materias primas y equipos críticos por parte de uno o dos países pueden fácilmente enviar ondas de choque al resto del mundo, descarrilando todo el esfuerzo de producción y distribución de vacunas, como se ve en la actualidad.

Las restricciones a la exportación no son exclusivas de las vacunas.

Más de 80 países habían recurrido a prohibir las exportaciones de artículos médicos y de protección personal en las primeras fases de la pandemia.

Asimismo, esto tuvo graves implicaciones en la cadena de suministro.

En última instancia, estas restricciones a las exportaciones de vacunas pueden volver a afectar a los países que las impusieron.

A medida que el virus continúa mutando, puede hacer que las vacunas sean ineficaces y que los ya vacunados sean menos inmunes.

Tampoco la economía mundial revivirá hasta que todos estén vacunados, ya que los cierres y las normas de distanciamiento social en ubicaciones clave de fabricación continúan restringiendo el comercio mundial.

Además, este es un gran fracaso moral por parte de la comunidad global.