Kevin Brady, presidente republicano del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, el grupo más importante de ese órgano legislativo en la supervisión de la política comercial, emitió un exhorto a la conclusión de las negociaciones.
«Es importante que Estados Unidos, Canadá y México permanezcan en la mesa para negociar un TLCAN nuevo y modernizado que genere empleos en Estados Unidos y nos ayude a vender más productos fabricados en el país”, dijo Brady este viernes en un comunicado.
El legislador espera que los tres países “continúen trabajando de buena fe para lograr que esto se concrete, ya sea que eso signifique una votación en el Congreso este año o el próximo”.
Entre los asuntos pendientes aún están las reglas del origen del sector automotriz, uno de los temas torales de la negociación.
Una vez que el TLCAN sea renegociado, la administración del presidente Donald Trump deberá informar al Congreso de Estados Unidos sobre las “medidas comerciales” propuestas 180 días antes de firmar el acuerdo, además de que deberá obtener la renovación del fast track o TPA para agilizar la ratificación del mismo.
El gobierno de Estados Unidos falló en el objetivo de notificar a mediados de mayo su intención de presentar el texto de la modernización del TLCAN al Congreso de ese país, lo que en la práctica implica llegar a un acuerdo preliminar de las negociaciones.
La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) debería entregar el documento en ese plazo para cumplir con los requisitos de la Ley de Autoridad de Promoción Comercial.
Según la TPA, el Ejecutivo debe enviar una carta de intenciones detallada a las dos comisiones pertinentes de ambas cámaras legislativas y consultar el contenido de la misma con ellas durante 90 días.