Las exportaciones brasileñas de fundición, hierro y acero cayeron a una tasa interanual de 13.4% en 2023, a 14,426 millones de dólares, según datos del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios de Brasil.
A nivel mundial Brasil ocupó la posición décimo primera entre los mayores exportadores de este tipo de productos.
Por el contrario, las exportaciones brasileñas de fundición, hierro y acero aumentaron 16.8% en 2022, a 16,661 millones de dólares.
La fundición de hierro y acero es una parte esencial de la industria metalúrgica y tiene aplicaciones en una variedad de sectores, desde la construcción hasta la fabricación de automóviles y maquinaria.
Fundición, hierro y acero
Mientras que el hierro se utiliza como materia prima principal y puede provenir de minerales de hierro como la hematita o la magnetita, en las aleaciones de acero, además del hierro, se pueden agregar otros elementos para crear diferentes tipos de acero con propiedades específicas.
¿Quiénes fueron los principales destinos de las exportaciones brasileñas de fundición, hierro y acero en 2023? En primer lugar, Estados Unidos, con 6, 968 millones de dólares, un crecimiento interanual de 1 por ciento.
Luego siguieron China (1,453 millones de dólares, +6.4%), Argentina (1,015 millones, +1.6%), Países Bajos (866 millones, +6.9%) y México (876 millones, +71.4 por ciento).
Emisiones de carbono
En una reunión de marzo de 2023, los Miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) analizaron las implicaciones de la proliferación de medidas sobre el carbono y los problemas a los que se enfrentan los países en desarrollo.
En este contexto, los Miembros examinaron, entre otras cosas, la importancia de la cooperación, la armonización y la adopción de un enfoque común para calcular las emisiones implícitas; la interoperabilidad de las normas de descarbonización y la utilización de acuerdos de reconocimiento mutuo (ARM) a nivel multilateral; la necesidad de llegar a un entendimiento común sobre los productos de acero con bajas emisiones de carbono que tuviera en cuenta los diferentes niveles de desarrollo, sobre todo a la vista de que el acceso a la financiación de la acción climática era limitado; y la importancia de incluir la perspectiva de los países en desarrollo.
También se puso de relieve el papel de la OMC como foro en el que dialogar e intercambiar métodos, y se alentó a que hubiera coherencia con otras organizaciones e iniciativas internacionales.