En el tercer trimestre de 2021, las exportaciones de la zona del euro aumentaron 1.2 % intertrimestral, mientras que las importaciones escalaron 0.7 %, lo que supuso una contribución de 0.3 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.

Aunque el comercio neto contribuyó positivamente al crecimiento del PIB en el tercer trimestre, las exportaciones de bienes se vieron frenadas por las continuas interrupciones del suministro, de acuerdo con el Banco Central Europeo (BCE).

El comercio de bienes y servicios tuvo resultados divergentes. Las exportaciones y las importaciones de bienes de la región disminuyeron (en 1.0 y 0.9 %, respectivamente, trimestre a trimestre) debido a que la demanda mundial se moderó y persistieron las interrupciones en el suministro.

Por el contrario, las exportaciones e importaciones de servicios se expandieron con fuerza (7.3 y 5.9 %, respectivamente, trimestre a trimestre), impulsadas por tasas de crecimiento de dos dígitos en los países que son destinos turísticos de verano.

De cara al futuro, los indicadores basados ​​en pedidos para las exportaciones de bienes señalan una moderación de la demanda.

Además, la renovada intensificación de la pandemia amenaza la recuperación de las exportaciones de servicios, en particular los servicios relacionados con los viajes.

Los datos de pasajeros y vuelos muestran una desaceleración en la recuperación a partir de septiembre de 2021, mientras que los indicadores prospectivos basados ​​en pedidos y expectativas apuntan a una desaceleración del impulso en los próximos meses.

Exportaciones de la zona euro

A pesar de las incertidumbres a corto plazo, se espera que la actividad de la zona del euro supere los niveles anteriores a la crisis en el transcurso de 2022.

Las perspectivas a medio plazo prevén un mayor fortalecimiento de la demanda interna junto con una mejora del mercado laboral y un fortalecimiento del crecimiento mundial a medida que disminuyan las perturbaciones a corto plazo, así como el apoyo continuo de la política tanto monetaria como fiscal en la transición hacia un crecimiento autosuficiente.

Además, según el BCE, el progreso en la implementación del programa Next Generation EU es un factor adicional que ayuda a respaldar la recuperación.